El Partido Aragonés afronta 2015 con la convicción de que tiene que ser un año especial para Aragón. Además de intensificar la tarea y mejorar los resultados en la recuperación económica, del bienestar y del empleo así como en la lucha contra las desigualdades, es incuestionable que deberemos seguir defendiendo nuestra autonomía en pie de igualdad constitucional frente a las tensiones de unos y otros, y que las elecciones autonómicas, comarcales y locales de mayo supondrán un punto de inflexión determinante en muchos aspectos. No se trata de una cuestión institucional, sino que la vida de los aragoneses y nuestro presente y futuro como Comunidad, dependen también de esa cita con las urnas. Los ciudadanos decidiremos en un pleno ejercicio de Democracia.
Las perspectivas son inciertas, al compás de un malestar social, comprensible e incluso necesario, tras tantos años de crisis y frente a la pérdida de credibilidad de la política. El lógico descontento será un factor pero no el único. A diferencia de una postura de rechazo general, muchos más miles aragoneses valoran también que su voto puede expresarse en positivo para apoyar una expectativa razonable y viable, de proyectos concretos, resolución de impulso, voluntad de diálogo, colaboración y limpieza para construir entre todos una sociedad mejor para todos. Antes que respaldar opciones ya vistas, promesas indefinidas, extremismos o aventuras, existe un amplio espacio político y social que apela a la moderación, a la cooperación, a la modernización y reforma en normalidad, a la Justicia, a la economía con valores humanos, a la inclusión, a planes y propuestas realizables y contrastadas, a la confianza, ambición y constancia en el trabajo público, al potencial de nuestros recursos y personas, a avanzar juntos y no enfrentados o divididos en una sopa de siglas ingobernable.
Junto a todo ello, muchos miles de aragoneses observan con inquietud que para algunos partidos, por acción radical o por omisión interesada, el debate parece orientado a rentabilizar para sus siglas las futuras elecciones generales, cuando la decisión de mayo afecta a nuestros ayuntamientos, comarcas, diputaciones y al Gobierno de Aragón, mucho más cercanos e igualmente o más importantes en actuaciones y servicios esenciales o en iniciativas de desarrollo y bienestar. Por ello, ponen ahora su atención en los planteamientos locales y aragoneses, en los programas que responden a las demandas sociales, aspiraciones y esperanzas más próximas, en los liderazgos más inmediatos de personas que conocen, que anteponen Aragón a otros intereses o fines.
La confluencia de ambas amplias tendencias, así como la defensa del papel de Aragón en España, suponen una oportunidad para el PAR que debemos aprovechar en beneficio de los aragoneses, garantizado por una presencia más fuerte, mayoritaria, de nuestro partido y de nuestros representantes en instituciones locales y autonómicas. De nuestra capacidad y trabajo, depende alcanzar esa meta a favor de esta tierra y sus gentes, para que 2015 sea el año de Aragón, protagonista aquí y fuera, con nuevos horizontes.
En estas fechas de inicio del Año Nuevo, cargadas de propósitos, siempre puede haber un momento para alzar la vista y reafirmar con ilusión y fuerza, nuestro compromiso por los demás y nuestro sentimiento aragonés, que son imprescindibles, quizá más que nunca.
Con todo ello, recibe nuestro deseo de que en 2015 puedas cumplir tus sueños para ti, para los tuyos y para todos.