Huesca, 16 de junio de 2018.- El Comité municipal de Huesca del Partido Aragonés (PAR) ha hecho balance de la gestión municipal cuando se han cumplido esta semana, tres años justos desde la constitución y toma de posesión del actual ayuntamiento. Para el PAR, “resulta evidente que los resultados son muy pocos en los principales ámbitos, por lo que ese balance sólo puede ser calificado de escaso pero todavía es más preocupante en cuanto al impulso de modernización y dinamización de Huesca, con valoración abiertamente negativa. El ayuntamiento no resuelve problemas de hoy pero tampoco abre expectativas en firme para el futuro”. Por ello, PAR-Huesca indica que el presente mandato municipal “carece de criterios de misión y visión” y “no mejora la ciudad ni la vida de los oscenses”.
El comité del Partido Aragonés repasa distintas cuestiones como “el proclamado ‘cambio de modelo productivo’ que sigue a la espera y actúa de freno mientras otras ciudades crecen en su industria y agroindustria, con importantes implantaciones, y en el comercio pero Huesca permanece casi inerte o en inercia, sin atraer inversiones, con PLHUS y Walqa paradas a pesar de la coyuntura más favorable, la nave hortofrutícola pospuesta y un mercado de abastos como ocurrencia. La ciudad no ha conseguido posicionarse en el contexto y el ayuntamiento pretende ampararse en logros ajenos como la reapertura del cuartel o el ascenso del fútbol. Persiste la debilidad demográfica que evidencia la falta de empuje de Huesca y la juventud tiene la emigración en su horizonte. La actividad de la ciudad se apoya en el esfuerzo de sus empresarios, autónomos y trabajadores, en la capitalidad administrativa y en la vitalidad de sus entidades cívicas y sociales y los creadores culturales, pero no en su primera institución.”
Así mismo, el PAR señala “que el urbanismo está detenido o ausente, cuando se interrumpe por designio político el acondicionamiento del centro, el ‘proyecto estrella’ de Ramón y Cajal no ha empezado y se reducirá a intervenir ahora en un tercio del paseo, las harineras y otros polígonos no han avanzado, los planes sobre vivienda no han respondido, la subestación sirve sólo para acusaciones mutuas pero no se ha movido mientras la movilidad y peatonalización, tras rectificar, están aún aguardando más decisiones y los prometidos autobuses eléctricos”.
PAR-Huesca entiende que “ni medio ambiente, participación, políticas juveniles, turismo o servicios se han distinguido por sus avances sustanciales. Las críticas de los bomberos se atajan prohibiendo pancartas y la Oficina municipal de Atención al Ciudadano sigue sin abrir, dos años después. La gestión acumula lentitud y errores, con particular efecto sobre una remunicipalización que ha fracasado y generado conflicto, frustrando esperanzas de los trabajadores. El camping languidece con una renovación insuficiente. Al tiempo, esa gestión se realiza a cambio de más impuestos que condicionan las economías familiares y empresariales”.
El comité del PAR apunta además “la incapacidad para hallar eco en reivindicaciones unánimes del ayuntamiento y la ciudad como las infraestructuras sanitarias, con planes incompletos y tardíos, el convenio de financiación estable que la DGA ha denegado a la segunda ciudad de Aragón o la descentralización de organismos autonómicos de la que nada se ha sabido. Tampoco el desarrollo universitario ha experimentado progresos decisivos, sino que el antiguo seminario se ha convertido en un nuevo problema que el ayuntamiento ya arrastra”.
El PAR oscense denuncia que, “como ya se advirtió al inicio del mandato, la micropolítica y la improvisación por bandera no son productivas. Se debe realizar obras menores y se ha arreglado parte de la red de aguas pluviales pero no pueden ser el único éxito, mil veces publicitado. Aunque se quiera cortar alguna cinta ahora, el ayuntamiento ha sido estos tres años de administración, mantenimiento y propaganda sin culminar sus anuncios”.
Según el comité de los aragonesistas, en el aspecto político “ha habido una confusión de prioridades ya que la estabilidad no es el objetivo exclusivo sino una condición necesaria de eficacia. Sin embargo, se ha profundizado en la división interna, con un tripartito de triple gobierno, dimisiones y enfrentamiento ocasional o con una oposición entregada a la irrelevancia unos o la crispación otros. Al tiempo, se ha generado polémica y división social en cuestiones como las fiestas y los toros, la lengua e incluso por la tibia defensa del cuartel cuando fue cerrado”.
“Todo esto no es más que una descripción objetiva de la situación, evitando personalizar pese a que hoy la política abuse de ello, sino apelando a la responsabilidad común” argumenta PAR-Huesca, que concluye solicitando “un cambio de orientación aunque no parece posible en el año que resta por lo que será tarea de la próxima corporación, en la que el Partido Aragonés trabaja para estar presente y participar, promoviendo las alternativas necesarias y un gobierno municipal con un programa rotundo y viable, con ambición por Huesca y compromiso con las necesidades y demandas de todos los oscenses y el porvenir inmediato y a largo plazo de esta ciudad”.