El Partido Aragonés (PAR) ha presentado una proposición no de ley en las Cortes para su debate y votación en el pleno de la Cámara, con el fin de expresar el profundo malestar y rechazo al pronunciamiento del Parlamento catalán «incitando al incumplimiento de la sentencia que obliga a devolver los bienes de Sijena a sus legítimos propietarios». El Partido Aragonés propone en un segundo punto que la iniciativa sea remitida a todos los grupos del Parlamento catalán.
Zaragoza, 14 de julio de 2016.- El Partido Aragonés ha presentado una proposición no de ley en las Cortes de Aragón, «máxima institución representativa de este pueblo milenario, corazón de la antigua Corona de Aragón en la que el Reino de Aragón se hermanó con el Condado de Barcelona y otros territorios», para manifestar su profundo malestar y rechazo por el pronunciamiento del Parlamento catalán incitando al incumplimiento de la sentencia que obliga a devolver los bienes de Sijena a sus legítimos propietarios. En el segundo punto de la iniciativa el PAR propone que la propuesta se remita a los Grupos Parlamentarios del Parlamento catalán.
Para el Partido Aragonés la propiedad de las obras de Sijena «es incuestionable desde todos los puntos de vista: jurídico, ético e histórico». Además recuerda que las sentencias judiciales «nos vienen dando la razón en este largo conflicto que lleva varios lustros pendiente de resolución».
Antecedentes
En la exposición de motivos de la propuesta se recuerda que los lazos históricos, sociales, familiares y económicos entre Aragón y Cataluña y sus gentes «son muchos y estrechos». Se trata, indica el PAR, de pueblos «hermanados por muchas cuestiones y con intereses mutuos comunes que perfectamente podrían suponer un apoyo recíproco para el bienestar y crecimiento de ambas sociedades». Sin embargo, «pretensiones anexionistas de parte de nuestro territorio, tergiversaciones de la historia o políticas de promoción lingüística en pueblos aragoneses, entre otras, van mermando las relaciones y haciendo mella en el buen entendimiento y cordialidad que debieran imperar».
Tanto los bienes del Arzobispado como las obras y murales de Sijena, son también claros ejemplos en los que instituciones catalanas y representantes políticos «han alentado la confrontación, negándose a acatar las sentencias y a asumir lo que la justicia dicta, promoviendo la confusión entre la gente sobre la legitimidad de su propiedad». Recientemente, recuerda el Partido Aragonés, y como colofón a estas afrentas, el Parlamento catalán se ha pronunciado alentando a incumplir la sentencia que obliga a devolver las obras a Sijena, hecho que nos parece «inadmisible, triste y preocupante».