La grave situación económica y social de los últimos años, unida a determinados escándalos e irresponsabilidades, ha desembocado en un creciente descrédito de nuestro sistema institucional y en general, contra el ejercicio de la política. Sin duda, la falta de éxito inmediato en las medidas para impulsar una rápida salida de la recesión y la crisis es un factor principal, junto con otros, de esa pérdida de credibilidad.
Sin embargo, como tantas veces ha recordado el presidente del PAR, José Ángel Biel, sólo desde la política existe una salida, con altura de miras, generosidad, capacidad de diálogo y acuerdo, eficiencia, determinación, propuestas viables, responsabilidad…; sólo desde el ejercicio de la política y en proximidad con las personas se superará esta situación.
En estos días, que -como es sabido- han sido especiales, complicados y dolorosos para todos los que formamos parte de la ‘familia’ del Partido Aragonés, el PAR reivindica con reforzado orgullo, convicción aragonesista y resolución de continuidad, la labor política que realizan sus representantes, con honestidad, dedicación máxima, proximidad al territorio y a los aragoneses, defensa de nuestro futuro en común, disposición de trabajo y de colaboración, dignidad democrática, entrega al servicio de la sociedad frente a las dificultades y, a veces, la incomprensión.
Una labor que es ejemplar y sacrificada y que tiene un coste personal, incluso el más alto, pero que sirve -en la doble acepción del término- al pueblo aragonés.
En este 2013, conmemorando el XXX Aniversario de las Cortes de Aragón, es momento de revisar los logros de estas décadas con el PAR como protagonista incuestionable, pero también es oportuno tomar los mejores ejemplos -Emilio Eiroa o María Jesús Burró lo son para siempre- de esta trayectoria histórica y actual del Partido Aragonés, para mirar de frente a los desafíos que tenemos ante nosotros como fuerza política y como colectivo humano, y para seguir trabajando por Aragón y por los aragoneses, más y mejor. Vamos a hacerlo.