(Comunicación de Presidencia del partido)
La noticia de la abdicación del rey es, sin duda, un acontecimiento histórico, por tratarse de un hecho poco habitual, cuyo protagonista es igualmente histórico. Juan Carlos I ha sido una figura clave en la historia moderna de este país, porque su compromiso con la democracia y la libertad resultó clave en determinados momentos como fueron la gestión del postfranquismo y la noche del 23 de febrero de 1981. Durante todo este tiempo, su defensa de la libertad y la democracia ha sido incuestionable, como lo ha sido su labor de representación del país, como su primer embajador. Hay que recordar que hasta los últimos días, la labor del monarca ha coadyuvado a que nuestro país, y sus empresas, se abran al exterior conquistando mercados internacionales. Su delicado estado de esta última temporada no debe enturbiar la imagen de una persona cuya entrega a la nación española ha sido absoluta.
A partir de este momento sólo cabe esperar que se cumplan las previsiones sucesorias previstas en nuestra Constitución y que el Congreso de los Diputados avale esa situación. Porque no cabe duda que la Corona tiene una persona muy preparada para recoger el testigo como es el príncipe de Asturias y Gerona. Don Felipe es una garantía de futuro por su amplia formación, su capacidad acreditada y el respaldo social con el que cuenta su persona. Se hace cargo de la Corona en un complicado momento con múltiples problemas sociales y económicos, donde la Monarquía debe continuar siendo una institución de referencia para la mayoría de los españoles.