Se acaba el año y la presencia del lobo en tierras aragonesas sigue en aumento, así como los ataques de dichos cánidos a los rebaños en distintos puntos de Aragón, con el consiguiente perjuicio a ganaderos, que contemplan el panorama con cierta perplejidad y lógica preocupación el futuro de sus explotaciones ganaderas.
Si a esto añadimos que algún sindicato del sector agrícola y ganadero apunta que los protocolos de actuación y análisis del Gobierno de Aragón, a la hora de determinar quién es el autor de las muertes de ganado, no están actualizados pues ya tenemos, como se dice, en estas fechas el «Belén montao».
En octubre de este año se aprobó en las Cortes de Aragón una Proposición no de ley presentada por el Partido Aragonés (PAR), en la que se instaba al Gobierno de Aragón a realizar un trabajo de control exhaustivo sobre el lobo en la comunidad aragonesa, así como a instar al Gobierno de España a sacar al lobo del listado de especies silvestres en régimen de protección especial (LESPRE). Se pedía que pasase a ser especie cinegética ya que el control cinegético no acaba con la especie y hace más seguras las explotaciones ganaderas. Gracias al PAR por una proposición lógica y coherente para solucionar un problema de máxima importancia para los ganaderos.
Es de celebrar que el Gobierno de Aragón, atendiendo a esta proposición, haya remitido una carta al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico instando a sacar al lobo de dicho listado y así evitar los perjuicios que sufre la ganadería extensiva aragonesa.
Esperemos que el Gobierno de España, ocupado siempre en otros temas para ellos más importantes, se haya curado de la sordera que habitualmente padece cuando se trata de escuchar los problemas de Aragón, y de vía libre a estas peticiones lógicas y justas que facilitarían la vida de nuestros ganaderos y por ende, la subsistencia de una parte muy importante del medio rural tan desprotegido y del que tanto hablan.