(Comunicación de Presidencia del partido)
Sin duda, nunca será suficiente y hasta que se culminen las obras pactadas en 1992 no podemos bajar la reivindicación de mayores avances en obras hidráulicas, como debemos mantener alta la demanda de infraestructuras viarias esenciales para el desarrollo de nuestra comunidad. Que el agua es un recurso natural que genera importantes beneficios y aporta enormes posibilidades de desarrollo es algo que nadie cuestiona y la gestión responsable que siempre hemos realizado en Aragón nos legitima para reclamar mayores oportunidades.
Pese a las reticencias iniciales que pudiera haber generado el nombramiento de Arias Cañete como ministro de Agricultura y Medio Ambiente, es justo reconocer su actuación con la comunidad. En un año de grandes restricciones presupuestarias, la mayor obra que se ha adjudicado este año ha sido la presa de Almudévar de 94 millones de euros. Este año, su departamento volverá a invertir 105 millones en diversas actuaciones en nuestra comunidad. Hay avances en Yesa, la regulación del Gállego y en los próximos años podremos acceder ya a los caudales de San Salvador, Lechago, Montearagón, Las Parras, La Loteta y Valdepatao, a la vez que se modernizan y amplían los canales del Aragón y Cataluña y Monegros. Son avances significativos que debemos valorar, sin dejar de recordar que falta todavía por invertir la mitad del importe del montante total de las obras que asciende a unos 3.200 millones de euros, de los que se han ejecutado algo más de 1.500.
Esta semana, el ministro aludió a la necesidad de consenso entorno al Plan Hidrológico Nacional. Y también es conocedor de la postura unánime de Aragón de oposición al trasvase del Ebro, por lo que cualquier planificación nacional que obtenga el respaldo de Aragón debe rechazar las transferencias de agua fuera de nuestra cuenca. Depende pues, en primer lugar, de que seamos capaces de mantener la unidad entorno a esta cuestión y para ello es esencial que sigamos siendo determinantes en la fijación de posición. Lo fuimos con el partido socialista y lo somos ahora con el Partido Popular. Es una responsabilidad añadida que no siempre se reconoce por parte de los aragoneses, pero que es consustancial a nuestra propia existencia.
El avance más importante que hemos logrado ha sido la inclusión de la reserva hídrica en el Plan de Cuenca que ha aprobado recientemente el Consejo de Ministros. Es un blindaje ante cualquier tentación de minorar los caudales que necesita Aragón y su reconocimiento no ha sido fácil.
Debemos por tanto mantener el espíritu reivindicativo con lo mucho que falta y estar prevenidos ante cualquier intento de nuevo trasvase, pero debemos igualmente reconocer los avances que ha habido en la materia.