En estos días de inicio de verano llega el calor a nuestro territorio y como siempre nos despertamos con la sequía. Comienzan a calentarse los diarios de noticias informando, los regantes con los turnos del agua y sus cortes, la ciudadanía en general sensibilizada ante la escasez de agua y la cruda realidad es que dependemos de las lluvias, de unas regulaciones que están haciéndose y de proyectos, proyectos, proyectos…, que vienen y van al «calor» del titular y la oportunidad. Algunos de ellos pasaron su tiempo de prensa y desconocimiento desde el siglo pasado hasta hoy, quedándose en las hemerotecas y en el sueño de los justos.
El problema del agua sabemos que es complejo, que tiene muchas aristas, intereses, dificultades, administraciones etc etc. La ciudadanía se despierta al ritmo de la sequía y su titular… y espera, los regantes… esperan, los ganaderos… esperan, mientras vemos pasar a 2 kilómetros de la divisoria provincial de Teruel con Zaragoza, el Ebro camino a Mequinenza, Fayón y al mar. En esos proyectos que esperan, hay desde un canal de la margen derecha del Ebro, con aguas del río Aragón pasando por las Conchas de Haro en la Rioja hasta Híjar, hasta un salto reversible energético y agroalimentario que en 2019 se anunciaba en la prensa, que ya venía del año 2017 en la planificación hidrológica de la cuenca del Ebro y que, gracias al desconocimiento, las normas y los cambios en las administraciones, lamentablemente espera.
Tenemos una elevación a Andorra a mitad de hacer que también espera. Una conducción desde Calanda a la térmica derruida; esta torre de elevación y la infraestructura no se ha derribado como la térmica, además tenía concesión de 18 hm3 ahora revertida a la Confederación.
También esperan las balsas laterales del Matarraña pues ahora después de años de espera hay que hacer estudio de viabilidad según dice la Confederación, los ciudadanos del Matarraña y Algás esperan se despueblan como el resto del territorio y eso que tenemos Secretaría de Reto Demográfico.
Llegará la Elevación de aguas del Ebro a los regadíos de Vinaceite/Belchite. Enhorabuena, ya les queda menos de espera para poder regar las 1000 hectáreas. En unos años con agua veremos cómo se dinamiza la economía de la misma manera que se ha hecho en los regadíos de Calanda Alcañiz, que solo esperan que acaben las obra para ampliar 4000 hectáreas y que también …. llueva en la cabecera.
Quizás también nos toque esperar a que salga el agua de los pozos en los Fontanales, agua del Guadalope que según parece se filtra en los Órganos de Montoro y que mitiguen como medida de urgencia este» imprevisto» que parece que se repite todos los años, y vemos que con un riego de dinero podremos paliar para salir del paso y de la espera. Algo parecido a estas conducciones caprichosas del Guadalope le ocurre al río Aguasvivas, que cede agua al Martin saliendo en los baños de Ariño, quedando este primero casi seco desde Belchite a la Zaida.
Este territorio, que va desde el arroyo Lopín, Aguasvivas, Martín, Regallo Guadalope, Matarraña y Algás, necesita agua elevada del Ebro para su desarrollo. Agua que garantiza el Estatuto de Autonomía de Aragón y que dejamos pasar, pues solo nos acordamos de ella cuando hay sequía, que siempre la habrá.
Nuestro deber como ciudadanos es conocer todos nuestros recursos hídricos, su potencial de desarrollo y perseguirlo constantemente, llueva o no, hasta que se realice. Nadie de fuera va a venir a hacerlo, debemos reclamarlo constantemente; hablar de la elevación de agua del Ebro para liberar las cabeceras de los ríos, arroyos y sus pantanos públicos y el privado para así esa agua se quede en la cabecera y contribuya a su desarrollo social y económico. El agua del Guadalope no queda muy lejos de Mirambel, parecida distancia que la del Ebro en Chiprana, para llevarla a Andorra y tener agua asegurada para dejar de esperar.