Recientemente decíamos a los medios de comunicación alto y claro que el PAR se niega en rotundo a que el Gobierno de España tutele el superavit presupuestario de los ayuntamientos en la crisis por la COVID-19 como dejaba caer hace unos días en el Congreso de los Diputados la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cuando dijo
que los ayuntamientos debían aportar sus recursos «al gran pacto por la reconstrucción» del país, es decir, dejando que el superavit lo dirija el Gobierno de España.
Y yo digo que, como nuestros pueblos son país, la mejor aportación que pueden hacer sus ayuntamientos es la gestión de sus propios remanentes como entidades locales que son con la autonomía propia que les otorga la Constitución, conocedores de su realidad local y sabedores de las políticas municipales necesarias para sacar de la crisis a sus municipios.
El superávit alcanzado el pasado ejercicio por las corporaciones locales supuso unos 5.000 millones de euros, el 4% del presupuesto de las administraciones locales que son las que mejor y más eficazmente gestionaron la crisis anterior. Los ayuntamientos ya han demostrado con matrícula de honor su capacidad y eficacia en 2007 y no tendría ningún sentido que desde la Administración Central del Estado les cierren la llave de acceso a sus propios recursos. No pueden estar limitados por la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria. Se les debe dejar actuar. Y, además, se les debe ayudar con dotación de recursos adicionales.
Nuestros ayuntamientos son promotores de desarrollo. Nuestros alcaldes y concejales son excelentes administradores que estudian, planifican y eligen con éxito los mejores destinos de inversión. Son los mejores embajadores de la gestión local. Los más rápidos y cercanos. Los más efectivos. Lo más eficaz que puede hacer el Gobierno de España es dejar libertad a los entes locales que aportarán las mejores soluciones para la reconstrucción local, sin duda una parte de la nacional. La situación en la que estamos ya es bastante preocupante como para trastocar lo que funciona.
Ahora es el momento de la reactivación económica y social. En Aragón somos ejemplo de unidad política. La Mesa para la Estrategia de Recuperación Social y Económica en la que está el PAR, ha elaborado varios bloques de propuestas para el restablecimiento de la Comunidad Autónoma afectada por la pandemia derivada de la Covid-19. Muchas dirigidas a la Administración local para recuperar el territorio. El desarrollo rural y el sector primario, la digitalización, el pequeño comercio, la innovación, políticas activas de empleo, los estímulos fiscales, el apoyo a pymes y autónomos o las políticas públicas son algunas de ellas.
Recuperar la normalidad sanitaria, social y económica es el objetivo. El balance del coronavirus es muy alto. Más de 27.000 víctimas a las que dedico un recuerdo especial. También a los miles de familias que han tenido pérdidas irreparables, a los que cada día, medio paralizada la economía la desbloquean levantando la persiana y permitiendo que se reanude la actividad económica. A los que siguen sufriendo.
Y felicitar a los que han sufrido y superado la enfermedad, muy especialmente al presidente de mi partido, vicepresidente del Gobierno de Aragón y consejero de Industria, Arturo Aliaga, que ha seguido conectado y trabajando aún estando de baja hospitalaria. Su capacidad de liderazgo y compromiso contribuye y contribuirá de manera efectiva y decisiva a reducir la inquietud de muchos de los sectores productivos en Aragón, a la recuperación de la confianza empresarial y de la economía.