El candidato del Partido Aragonés, Arturo Aliaga, ha reclamado hoy el “pleno desarrollo” de nuestro Estatuto de Autonomía, ley orgánica que establece un amplio marco de autogobierno dentro del marco constitucional.
Desde la década de los ochenta, el proceso autonómico ha permitido el “periodo de mayor crecimiento económico y social” de Aragón, posibilitando políticas de vertebración sensibles con el territorio y sus habitantes. Es un proceso irreversible, al que, por el contrario, “es necesario dar un nuevo empuje” para garantizar “un mejor futuro para Aragón”
La gran asignatura pendiente sigue siendo “un nuevo modelo de financiación” que atienda las singularidades que recoge el Estatuto como la despoblación, el envejecimiento, la orografía o el carácter fronterizo que encarecen la prestación de servicios.
Aragón no debe renunciar al cumplimiento del artículo 108 que prevé un acuerdo bilateral de financiación que atienda su condición de comunidad de origen foral como sucede con Navarra y País Vasco, que gozan de un elevado nivel de vida, debido a una sustancial mejora de su modelo de financiación.
Otra de las cuestiones que el Partido Aragonés demanda es el reconocimiento y resarcimiento de la deuda histórica que venga a recoger el retraso e incumplimientos en las inversiones generales del Estado en la comunidad.
Durante cuarenta años el Partido Aragonés ha mantenido un firme compromiso con la consolidación del modelo de las autonomías de nuestro país. Compromiso que mantendrá y que es compatible con el reconocimiento de la deuda con Aragón y del pleno desarrollo de su Estatuto de Autonomía.
Competencias pendientes
Nuestro Estatuto prevé una comisión bilateral en la que se aborde el progresivo traspaso de competencias recogidas en el mismo y que durante los últimos años apenas ha supuesto avances significativos. No entendemos la comisión como un escenario de conflicto, por el contrario, como un espacio “de diálogo, compromiso mutuo y avances” en el modelo territorial.
Desde hace años hay competencias pendientes que el Partido Aragonés considera esenciales para el impulso económico como las bonificaciones empresariales de la seguridad social, la inspección de trabajo o la autorización de trabajo para extranjeros. Y otras que están estrechamente relacionadas con asuntos que ya gestiona como son las becas y ayudas al estudio que permitirían optimizar e incrementar las ayudas que ya otorga el ejecutivo regional o la gestión del servicio de cercanías, posibilitando una mayor vertebración del área metropolitana y su zona de influencia.
La reserva hídrica
Ante los planteamientos trasvasistas de algunas formaciones, desde el Partido Aragonés se recuerda la potestad de la comunidad autónoma para emitir informes preceptivos y determinantes ante cualquier propuesta hidrológica de aprovechamiento en otras cuencas. Máxime cuando está pendiente de completar el derecho de uso de 6.550 hectómetros cúbicos recogido como reserva hídrica a favor de la comunidad autónoma, cifra muy lejos de la actual y que requiere de un mayor y mejor aprovechamiento de las obras de regulación.
Derechos históricos
Los recursos planteados sobre algunos aspectos de la ley de actualización de los derechos históricos han empañado su aprobación y frenado su desarrollo. En dicha ley se recoge el reconocimiento de la trascendental aportación del reino y la corona de Aragón a la construcción de España y a su condición de nacionalidad histórica de origen foral.
Ante el empuje pancatalanista y la tibieza del gobierno de la nación, es necesario que Aragón actúe con firmeza, exija el cumplimiento de las sentencias en la devolución de los bienes y continúe la labor de recuperación de otras piezas que se encuentran retenidas fuera de la comunidad.
Es igualmente urgente la activación de la Academia Aragonesa de la Historia que aporte una visión académica y rigurosa de nuestro pasado, tergiversado por quienes quieren apropiarse de nuestro patrimonio, nuestra identidad e incluso nuestro territorio.
Aragón necesita, en definitiva, “un gobierno fuerte que sea capaz de exigir ante Madrid la financiación y las inversiones en infraestructuras que Aragón y los aragoneses necesitan y merecen”. Algo que sólo es posible con un gobierno “aragonesista”.