Lo que estamos haciendo no es suficiente. Hace unos días mi portavoz en las Cortes de Aragón, Jesús Guerrero, señalaba, tras conocer el asesinato de otra mujer en El Prat de Llobregat, que hay que ir más lejos y más rápido en la lucha contra la violencia de género. Y lo comparto. Vaya por delante mi rechazo rotundo a la violencia machista y todo tipo de violencia.
El pasado día 25 de noviembre celebramos el Día Internacional contra la Violencia Machista y las cifras arrojadas producen escalofríos e indignación. Un total de 51 mujeres asesinadas hasta ese momento, 43 huérfanos y más de 80.000 denuncias. El 47% de las víctimas mortales tenían uno o más hijos menores de 18 años, lo que provoca un desastre familiar, familias destrozadas y en soledad. Un total de 43 niños y niñas han quedado huérfanos de padre y madre por violencia machista hasta esa fecha.
A fecha de hoy, 10 de diciembre, una nueva víctima en El Prat de Llobregat. En lo que va de año se contabilizan un total de 53 mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas, cuando en verdad no debería haber ni una sola mujer asesinada por violencia de género.
Los hechos dibujan una horrible realidad de la que me avergüenzo. Una barbaridad y un disparate de calibre mayúsculo, que la sociedad del siglo XXI no debe ni puede asumir. Una asignatura pendiente a juzgar por los datos demostrativos de una realidad que sigue siendo un fracaso que hay que superar entre todas y todos.
Es necesaria una mayor concienciación y medidas transversales y coordinadas que influyan directa y eficazmente en la lucha contra esta abominable lacra social que hay que erradicar sí o sí. Sin medias tintas y priorizando por la gravedad de los hechos y el escándalo que suponen.
Cada acto violento contra la mujer, y en su grado máximo el asesinato, supone un fracaso de todos y un suspenso para todos.