La iniciativa del PAR, que salía adelante por unanimidad, quiere «evitar» la pesca furtiva que se viene produciendo en las riberas del Ebro, especialmente en la Ribera Baja y Bajo Aragón-Caspe, y fomentar la pesca deportiva y recreativa como motor económico de estas zonas de Aragón. La Comisión de Desarrollo Rural de las Cortes aprobó el pasado martes una moción del PAR con la que ésta formación política pretende evitar la pesca furtiva en Aragón «una actividad que perjudica de manera muy notable el buen desarrollo y continuidad de la pesca deportiva generadora de riqueza en la Comunidad Autónoma». Así, el PAR insta al Gobierno de Aragón a establecer de acuerdo con las zonas afectadas medidas para evitar la pesca furtiva, y además a que, con fines de control extienda las autorizaciones administrativas pertinentes para fomentar la pesca deportiva sostenible y recreativa en Aragón.
«Queremos», ha dicho la diputada del PAR impulsora de la iniciativa, Lucía Guillén, «garantizar los recursos pesqueros que reportan importantes beneficios económicos a esas zonas y aumentar los esfuerzos de protección de las mismas de cara a la pesca furtiva».
La diputada Lucía Guillén recuerda que las consecuencias de la pesca furtiva son «graves para el turismo y la economía de los pueblos y las comarcas donde se produce» y recuerda que según los datos de la DGA, unos 20.000 pescadores, tanto nacionales como extranjeros, llegan al «Mar de Aragón» cada año para practicar la pesca deportiva «que genera un importante impacto económico en esas zonas, no podemos permitir que se ponga en peligro por la pesca furtiva», ha subrayado.
Se estima que el turismo de pesca mueve «casi 2 millones de euros en el municipio de Mequinenza, que apenas supera los 2.400 habitantes». Por eso, manifiesta, «queremos evitar que la pesca furtiva pueda acabar con un deporte que genera una importante fuente de riqueza en estas zonas de Aragón».
Asimismo, Lucía Guillén recuerda que hace unos meses el PAR anunció que presentaría iniciativas para que se levantase la prohibición que haría inviable la práctica del deporte de la pesca en Aragón poniendo en peligro la economía y el turismo de buena parte de Aragón, según una sentencia de marzo del Tribunal Supremo que estimaba el recurso interpuesto por varias asociaciones ecologistas y que «haría inviable la práctica del deporte de pesca en Aragón siendo esta actividad un motor turístico, económico y deportivo en localidades como Mequinenza, Caspe, Chiprana o Escatrón, así como en otros ríos aragoneses». Además recuerda que el PAR ya se reunió con las federaciones de pesca a las que mostró su apoyo y compromiso de presentar iniciativas, en Aragón y en Madrid