El Comité local de Huesca del Partido Aragonés ha valorado la investidura del nuevo alcalde de la ciudad y sus primeras acciones al frente del Ayuntamiento, animando a Luis Felipe a seguir con la rectificación del pacto que ha aceptado para llegar al cargo, que a juicio del PAR, constituye «un acuerdo inviable y con carencias», así como sesgado de tal forma que ya ha provocado división política y social. Para el Partido Aragonés se debe retornar a la moderación y a un entendimiento de amplia base. El Comité local ha analizado los numerosos defectos del pacto-programa de investidura y reclama su modificación. El Comité local de Huesca del Partido Aragonés (PAR), a través de una resolución de su Presidencia, ha transmitido públicamente al nuevo alcalde de la ciudad, Luis Felipe, su felicitación por haber logrado el objetivo de alcanzar la Alcaldía, pero al tiempo le ha animado «a continuar rectificando el pacto que le ha otorgado el cargo». El PAR de Huesca valora que «Felipe ha iniciado su mandato con un discurso de investidura plagado de justificaciones y matizaciones sobre el contenido del pacto, ha corrido a las puertas del palacio municipal para corregir varios enfoques y omisiones, y ha dedicado sus primeras entrevistas en los medios de comunicación a seguir aportando excusas y puntualizaciones sobre aspectos concretos».
La resolución del órgano local del Partido Aragonés afirma que «esta actitud del nuevo alcalde se debe a la certeza de que las imposiciones de otros grupos, que ha aceptado, generan inquietud y preocupación entre la mayoría de los oscenses. Los apoyos para la elección de alcalde se fundamentan en una orientación sesgada, con exclusión de otros puntos de vista, que ya ha provocado confrontación y división política y social. Junto con proyectos que pueden ser comunes, ha asumido contradicciones a sus promesas electorales y otros compromisos inviables, cercanos a la ilegalidad, sin respeto a la libertad, y con patentes carencias especialmente en materia del irrenunciable impulso a la actividad económica y el empleo. Todo ello sólo para apuntalar la investidura. Y lo sabe».
El PAR de Huesca considera que «así no se construye una ciudad para todos. El nuevo ayuntamiento tiene que partir de un programa de gobierno con amplia base, con objetivos compartidos de interés general y procurar un clima de confianza y cooperación. Nada de esto se ha hecho, por lo que una vez lograda la investidura, el alcalde tiene que buscar la definición de un verdadero proyecto de gestión y de acción, en diálogo con todos los grupos y con toda la sociedad, contando con la capacidad de la sociedad oscense y de sus asociaciones y colectivos para corregir y enmendar los defectos en determinadas cuestiones y para reclamar las rectificaciones e incorporaciones a las previsiones municipales, primando la moderación. El Partido Aragonés, desde su vocación de centrar políticas y contar con todos, al tiempo que denunciará los errores, se ofrece a realizar las aportaciones constructivas precisas».
«El acuerdo de investidura -añade el PAR de Huesca- incorpora planteamientos positivos como la bolsa de alquiler social, lucha contra la exclusión, la revisión de Plan local de Equipamiento comercial, la evaluación de la peatonalización o medidas de participación pero no existe una sola mención a ámbitos como la industria o el turismo, a medidas necesarias de apoyo a las pequeñas y medianas empresas, a PLHUS o Walqa -a pesar de un pretendido cambio de modelo productivo- ni al deporte, ni a sectores como familias numerosas o los mayores, al obligado rigor en el gasto público, … Las referencias a otras administraciones están plagadas de derogaciones y rechazos sin aportaciones de avance. Por ejemplo, mientras se reclama la reforma de la Constitución, no existe mención alguna ni se exige la finalización del eje de autovías entre Pamplona, Huesca y Lérida, los pasos ferroviarios a Francia, los trenes de cercanías a Zaragoza o la reactivación del aeropuerto Huesca-Pirineos, la puesta en servicio del pantano de Montearagón, el mantenimiento del cuartel Sancho Ramírez, entre muchos asuntos. Las carencias e ignorancias sobre necesidades de la ciudad para su desarrollo económico y social son palmarias. Al tiempo, se pretende coartar desde el ayuntamiento, por imposición, la política y la gestión de otras administraciones como la Diputación de Huesca y el Gobierno de Aragón, mientras la supuesta modernidad no alcanza siquiera a cuestiones como la ampliación de puntos públicos de wi-fi».
Así mismo, según el análisis del acuerdo de investidura realizado por el PAR de Huesca, «extender la sombra de la sospecha de corrupción o de cuentas poco claras en el ayuntamiento pone en duda la tarea de los servicios técnicos municipales y es una sumisión a los criterios que otros han utilizado en su propaganda»
Finalmente, «se asegura la municipalización de algunos servicios pero sin despidos ni indemnizaciones (en contra de los informes técnicos) y sin incluir otros servicios (¿el transporte público?) en una muestra de incoherencia, se prohíbe cualquier nueva titulación a la Universidad San Jorge en contra de la legislación vigente, y se aleja incluso de la verdad: el PAR reclama la defensa de las lenguas aragonesas pero de ahí a decir que en Huesca se vive ‘una realidad bilingüe’ es confundir los deseos con la realidad. Transformar el modelo de fiestas, como se ha dicho, sólo por la supresión de las corridas de toros y de las mairalesas resulta casi ridículo».
A juicio del PAR oscense este pacto de investidura necesita «rehacerse desde la base y completarse porque no puede servir como cimientos de cuatro años de gobierno municipal ya que deberá ser incumplido desde la alcaldía, motivando la inestabilidad institucional por retirada de apoyos de otros grupos, o supondrá un fracaso que la ciudad no puede permitirse».