El Comité local de Huesca del Partido Aragonés ha calificado como «cien días de inactividad, tripartidismo y división que son un precedente nefasto», el balance de la primera etapa del nuevo ayuntamiento de la ciudad. Por ello, ha instado al alcalde Luis Felipe a que, tras reconocer este fracaso, priorice «la eficacia antes que el discurso, para dar un giro a la deriva actual», buscando el consenso social y con todos los grupos, no únicamente con una parte de una sociedad o, mediante cesiones continuas, con los partidos de los que depende su alcaldía
El Comité local de Huesca del Partido Aragonés (PAR) ha valorado que los primeros cien días tras la constitución del actual ayuntamiento «han sido un fracaso que no cabe calificar de resultado ‘cero’ para el ‘gobierno’ tripartito municipal y para la ciudad sino aún más, como profundamente negativos ya que este ‘gobierno’ ha generado confrontación, incertidumbre y descrédito de la institución, sin concretar todavía medida nueva alguna en respuesta a los problemas y expectativas de la ciudad y de los oscenses sobre el desarrollo y el bienestar».
Por ello, el PAR de Huesca «insta a Luis Felipe, como máximo responsable, a reconocer esta situación sin el triunfalismo exhibido por él mismo y sus aliados, y a priorizar la eficacia antes que el discurso, para dar un giro a la deriva actual destinado a buscar el consenso social y con todos los grupos, no únicamente con una parte de una sociedad o, mediante cesiones continuas, con los partidos de los que depende su alcaldía».
«Cien días de inactividad, tripartidismo y división son muy preocupantes y sientan un precedente nefasto para el mandato», indica el comité del Partido Aragonés señalando «patentes muestras de ello en las posiciones y declaraciones que han evidenciado eufemismos y tibieza respecto a la continuidad del cuartel Sancho Ramírez, politización de la Mesa de Contratación, tramitación confusa de la estrategia Eidus, ensoñaciones sobre el supuesto cambio del modelo productivo de la ciudad, ausencia de criterios para las fiestas de San Lorenzo unida a la eliminación de los festejos taurinos y las mairalesas, correcciones a la baja o rectificaciones de compromisos electorales, contradicciones permanentes acerca de la prometida remunicipalización de servicios, nulo análisis de los costes y posibilidades presupuestarias de determinados anuncios, apertura de perspectivas sobre una subida de impuestos, nulidad absoluta en iniciativas de creación de empleo…».
Para el PAR de Huesca, «dos ejemplos completos de un balance negativo, con implicación directa del Gobierno de Aragón además, son la universidad y los centros de salud. En el primer caso, la presunta compensación al campus por el incumplimiento de las promesas sobre la duplicidad de Magisterio consiste para Huesca en un máster que ya existía anteriormente. Mientras aquí el ayuntamiento celebra profusamente esta concesión, Teruel acogerá dos dobles titulaciones de nueva implantación (Magisterio y Psicología, y ADE e Informática de gestión). La comparación se califica sola. Junto a ello, se paraliza el impulso a los nuevos e imprescindibles centros de salud en la ciudad y se difunde una modificación de la planificación de inversiones sin haber constituido -y por tanto sin consultarle- el Consejo de Salud de Huesca, órgano de participación que debía analizar la cuestión, si verdaderamente la implicación social fuera una máxima del ‘gobierno’ municipal más allá de las palabras».
La conclusión, según el PAR de Huesca, señala que «el actual ‘gobierno’ es más bien un desgobierno que se ha limitado al reparto de cargos, la propaganda sin hechos y la aplicación de acciones ya preparadas por el anterior equipo. En consecuencia, los oscenses no confían en su ayuntamiento ni en quienes lo dirigen, por lo que se impone un cambio de actitudes, comportamientos, acciones y enfoques, así como mucho más trabajo, realmente por Huesca y por todos los oscenses».