Zaragoza, 24 de agosto de 2017.- El Parlamentario del PAR en las Cortes de Aragón, Jesús Guerrero ha manifestado que “…la gravedad de lo que está sucediendo en un sector esencial y clave para el desarrollo económico de Aragón, y muy especialmente de Huesca, así como las duras consecuencias de la caída de precios de la fruta dulce y sus variedades de hueso, no admiten más dilaciones ni esperas. Es absolutamente necesario que todas las administraciones y entidades involucradas, coordinen y apliquen con urgencia las medidas planteadas para frenar esta terrible crisis de precios en el sector”.
Tanto Guerrero como la senadora Ibarz han indicado que “las soluciones no son fáciles, los efectos están siendo devastadores en el sector en estos momentos a pocas semanas de la finalización de la campaña. Intentar hablar de medidas después de ésta en lugar de actuar en este momento, tendrá consecuencias negativas irreparables ya que el agricultor se habrá visto ya obligado a vender toda la fruta por la mitad de lo que a él le cuesta producer”. “Queremos que el Gobierno de Aragón redoble esfuerzos para plantear acciones estructurales para años posteriores”. “Es un sector ya endeudado que no puede ni debe endeudarse más, ni si quiera con préstamos a bajo interés. Son necesarias soluciones efectivas y eficaces”, han destacado.
El Presidente de PAR Bajo Cinca/Baix, Alejandro Poy ha reiterado que “se vive todos los años un clima insoportable de incertidumbre al tener que arriesgar el patrimonio sin seguridad alguna, adelantando los pagos de fitosanitarios, agua, reparaciones, mano de obra…, los productores siempre son los últimos en cobrar o percibir cualquier rentabilidad que ahora además es un déficit enorme”. “
De la misma manera, la diputada autonómica por el Partido Aragonés, portavoz sectorial de Desarrollo Rural, Lucía Guillén, reclama “consideración y respeto para el trabajo y esperanzas de miles de personas”. La fruta, ha señalado, equivale a “empleo en el campo, talleres y comercios; en transportes y maquinaria; en productos para los cultivos. Si este sector se desmorona, varias comarcas aragonesas no tendrían vida sino la expectativa de una reconversión salvaje sin horizonte claro”.
La diputada Guillén ha indicado que producir alimentos “no es un oficio sino una verdadera vocación que sirve como palanca de aspiraciones y proyectos, y es imprescindible”. Todo ello, concluye la diputada, “está en juego ahora mismo y exige decisiones por parte de quienes deben tomarlas ya para detener esta crisis”.