El presidente del Partido Aragonés y portavoz en las Cortes, Arturo Aliaga, ha rechazado hoy de manera contundente la propuesta de Ciudadanos de supresión de localidades de menos de 5.000 habitantes que en Aragón supondría
«condenar a los pequeños municipios a la desaparición». Aliaga ha valorado que Ciudadanos, con este planteamiento, demuestra desconocer la realidad de Aragón y la conformación de su territorio.
El presidente del Partido Aragonés y portavoz en las Cortes, Arturo Aliaga, ha respondido hoy a «Ciudadanos» acerca de su planteamiento de fusionar municipios que afectaría «negativamente» a Aragón y ha subrayado que el Partido Aragonés se opone y se opondrá a que se fusionen o se supriman, «son parte de la estructura de Aragón, de su historia, de su identidad y realidad». Lo planteado por Ciudadanos en Cataluña y que traslada a Aragón, supone un riesgo para la supervivencia de «gran parte del territorio de Aragón, no solo contra la identidad sino contra la prestación de servicios públicos».
Arturo Aliaga ha subrayado que defendemos los municipios y el municipalismo «a capa y espada», y recordado que de llevarse a cabo la propuesta de Ciudadanos solo se podrían mantener 23 de las 731 localidades de Aragón «Sería desmantelar nuestra historia y nuestra realidad y estaríamos condenando a los habitantes de los pueblos a un futuro incierto».
Aliaga ha defendido que en el 90% de los pueblos de Aragón no hay sueldos ni dietas, ni asesores «Sí voluntariedad, trabajo, dedicación y mucha ilusión por sacar el pueblo adelante» «Ciudadanos no puede venir a decirnos como organizarnos territorialmente, queremos avanzar desde la eficacia garantizando los servicios». La fusión o supresión de ayuntamientos no garantiza ¡que se vayan a mejorar».
Desde el Partido Aragonés, concluye Aliaga, primamos «el servicio público, y el compromiso con proporcionar los mismos derechos a todos los aragoneses con independencia de dónde vivan». La amenaza que nos trae Ciudadanos a Aragón supone «eliminar servicios públicos, desertificar Aragón y subordinar los derechos con mayúscula de los aragoneses a una cuestión meramente económica y electoralista».