El presidente del PAR Zaragoza, Sergio Larraga, ha pedido al Ayuntamiento de Zaragoza que tome medidas urgentes para evitar «males mayores» por el estado en el que se encuentran las instalaciones de un concesionario en la Avenida de Cataluña, 243 de Zaragoza, que cerró en el año 2013, y que están sin vallar, deterioradas, sucias y con cristales, y algunas partes metálicas «a punto de caer» con el riesgo que ello supone . El presidente del PAR Zaragoza, Sergio Larraga, ha denunciado que las instalaciones de un antiguo concesionario que cerró su actividad en el año 2013, ubicado en la Avenida Cataluña 243, han sido objeto desde entonces de multitud de actos vandálicos y saqueos, dejando el conjunto del inmueble en un pésimo estado y más absoluto abandono.
El deterioro de dichas instalaciones es más que palpable, y preocupante, ya que no se encuentra debidamente vallado, y a lo largo de las mismas existen multitud de cristales rotos, suciedad, materiales esparcidos, chapas metálicas sueltas a medio caer, agujeros en el asfalto, etc.
Por todo ello, desde PAR Zaragoza se advierte de esta situación, denuncia el estado de de dichas instalaciones, así como de las graves consecuencias de seguridad y sanitarias que se derivan para los vecinos, e insta al Ayuntamiento de Zaragoza «a dirigirse al propietario o responsables legales pertinentes, al objeto de que se proceda al menos a su vallado, así como a la toma de las medidas pertinentes para su conservación mínimamente adecuada».
La ausencia de vallas delimitadoras que impidan el acceso de las personas a esta propiedad privada, señala Larraga, provoca situaciones de peligro que deben ser evitadas con urgencia «antes de que ocurra alguna desgracia». El viento y otros elementos climáticos han dejado en situación muy precaria multitud de elementos que corren riesgo de caer. De la misma forma, recuerda, ya se produjo en el año 2013 un incendio que afectó más aún si cabe a la situación de estas naves «Hoy, la suciedad y todos los elementos dispersos sin sujeción adecuada, así como algunos techos con riesgo de derrumbe, ofrecen un claro riesgo para aquellas personas que accedan a este lugar privado, pero que tampoco se encuentra debidamente vallado».