Huesca, 02/06/2021.- El Partido Aragonés (PAR) ha presentado en la Diputación de Huesca una propuesta de resolución, que será debatida y votada en el pleno de este jueves, planteando que la institución reclame “la suspensión de cualquier intención, como la creación de un Parque Nacional, que suponga limitar el potencial de progreso en Los Monegros, en torno a la agroganadería, industria, energía, etcétera”.
Así mismo, la iniciativa del PAR propone que la DPH reivindique “la participación de los vecinos, instituciones, asociaciones de Los Monegros en la planificación y gestión de los numerosos espacios protegidos en la comarca, con el establecimiento de las medidas compensatorias y de apoyo precisas” y también “la culminación de los planes de regadío en la comarca de Los Monegros así como el impulso a todos los aquellos proyectos de desarrollo, empleo y mejora de la calidad de vida para los habitantes de la zona”.
Finalmente, el Partido Aragonés indica que se remita una certificación del acuerdo al Gobierno de España, al Gobierno de Aragón, al Congreso de los Diputados, al Senado y a las Cortes de Aragón, así como a la Comarca de Los Monegros y ayuntamientos de esta comarca.
En su exposición de motivos, el Grupo Aragonés (PAR) recuerda que la idea de crear un Parque Nacional en Los Monegros fue objeto de debate en la Diputación de Huesca ya en 1992 y nuevamente en 1996-1997. Décadas atrás ya “se condicionó cualquier posibilidad en ese sentido a la culminación previa de los regadíos de Monegros, pendientes desde 1915, y a la redacción y aprobación con anterioridad, de un Plan de ordenación de los recursos naturales en el territorio afectado”.
Sin embargo, “a raíz de denuncias ante las instituciones europeas y requerimientos por parte de éstas, finalmente se produjo la declaración de espacios protegidos (como ZEPAs y LICs) desde el Gobierno de Aragón, en 1999, de casi cien mil hectáreas, al objeto de evitar el bloqueo del desarrollo de los planes de riego que, a su vez, debieron ser modificados, abandonando la puesta en regadío de amplias extensiones que esperaban su transformación desde casi un siglo antes. Igualmente se impulsó la elaboración del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de las Zonas Esteparias de Monegros Sur, con la opción de crear un Parque Natural, que no llegó a culminar su proceso de aprobación”.
Para el PAR, “dos décadas después, las circunstancias y la percepción social de los habitantes de las localidades de Monegros en torno a todas estas cuestiones han consolidado una posición que se ha puesto de manifiesto cuando, en una oportunidad más, vuelve a proponerse la creación de un Parque Nacional en la zona”. Por una parte, la comarca de Los Monegros ya reúne 93.504 hectáreas de espacios protegidos, sin que los vecinos de los municipios monegrinos hayan “constatado ningún beneficio potencial de los que reiteradamente se ha argumentado en apoyo de un posible Parque estepario, en cuanto a explotación o aprovechamiento de los recursos. Es más, como repetidamente se ha acordado en esta diputación, ni los planes de gestión de las Zonas de Especial Conservación -que recientemente han sido aprobados y cuya elaboración se ha criticado- han resultado participativos, ni ha habido una financiación extraordinaria que haya llegado a las poblaciones locales, ni se ha fomentado proyectos de desarrollo en torno a esa protección. Al contrario, los monegrinos han comprobado que, como ha sucedido con los ataques del solitario lobo a las explotaciones ganaderas, las restricciones con motivación conservacionista suponen dificultades añadidas o perjuicios”.
Junto a ello, el PAR señala que “los planes de regadío siguen pendientes de desarrollar en su totalidad y las expectativas de revertir la despoblación y avanzar en desarrollo y oportunidades, mantienen la llegada del agua y la redención de los secanos, así como las implantaciones agroindustriales e industriales o de energía, las infraestructuras de comunicaciones… en su horizonte”.
Con todo, “la voluntad de constituir un Parque Nacional ha recibido el comprensible rechazo de organizaciones empresariales y profesionales agrarias, así como las reticencias generalizadas en la comarca cuando, además, ha sido promovido sin contar con las instituciones y entidades representativas”.