Defiende la vigencia de la Constitución, incluso para su reforma que mejore el funcionamiento del Estado y el autogobierno de todas las comunidades y fomente la cooperación por el desarrollo y el bienestar. Tras la celebración de las elecciones al Parlamento de Cataluña, el Partido Aragonés ha reclamado la apertura de un proceso, «en el que Aragón tiene mucho que decir», de diálogo y consenso sobre la cuestión territorial, «que mantenga la unidad y mejore el funcionamiento del Estado y el autogobierno de las comunidades para fomentar la cooperación por el desarrollo y el bienestar de todos los españoles».
El presidente del Partido Aragonés, Arturo Aliaga, ha indicado que «frente a la incertidumbre, los intereses personales de determinados dirigentes o de partido y una visión de corto plazo, es el momento trascendental de la responsabilidad por parte de todos, mirando al futuro en común, sin persistir en una escalada de confrontación y separación que resultaría perjudicial para España y en particular, para Cataluña».
Desde el PAR se ha recordado que ya hace más de un año (julio de 2014), su Ejecutiva aprobó una resolución «a favor de debatir y llegar a un consenso lo más amplio posible para reformar, sin rupturas, la Constitución, observando absolutamente la Ley y con objetivos de reconocimiento de la identidad de las comunidades autónomas, igualdad fiscal para la financiación y la solidaridad, reordenación de competencias y nuevo diseño institucional del Senado, entre otros fines.»
«Esta reforma no coincide con un Estado Federal, ni con el derribo del modelo constitucional de 1978, ni mucho menos con el separatismo pero sí estamos a favor de debatir y llegar a un entendimiento para un mejor y mayor autogobierno en colaboración y unidad», han indicado desde el Partido Aragonés. «Hablamos de reconocer la identidad política y cultural de las distintas comunidades autónomas y, en su caso, sus instituciones históricas, de la igualdad fiscal para todas, con garantía de financiación y solidaridad interterritorial, de reordenar las competencias entre el Estado y las comunidades para perfeccionar y dar seguridad jurídica al sistema actual y al respeto al gobierno y el autogobierno, y de un Senado que sea verdadera cámara de representación territorial. Todo ello es posible mediante un diálogo leal.»
Según el Partido Aragonés, «Aragón comparte con Cataluña siglos de Historia y permanentes relaciones sociales, económicas y políticas. Fuimos y somos España, de la que, como Corona de Aragón, formamos juntos parte fundacional. Hemos contribuido hombro con hombro, en el pasado lejano y reciente, a la consolidación y crecimiento de España como nación europea y como estado social de derecho, aportando la cultura de negociación, pacto y cooperación que nos distingue a los antiguos territorios aragoneses. Por eso tenemos que ejercer una función especial desde Aragón en estas circunstancias, de mano tendida, sabiendo que nuestras banderas de las cuatro barras y el rojo y amarillo son símbolos compartidos de los que nos sentimos orgullosos pero también que esas banderas no necesitan estrellas ni estrellarse, a causa de complejos de superioridad, desprecios o pancatalanismos que se apropian de tierra o bienes aragoneses».
Desde el PAR, se ha indicado que «debe abandonarse las actitudes de manipulación, deslealtad, exigencia de privilegios e independencia como falsa solución absoluta. Reivindicamos el entendimiento, la Ley, la voluntad de sumar, la esperanza, el trabajo en común, la construcción de España en una Europa cada vez más unida que acogen a todos, pensando en las personas y en las familias, en su porvenir más que en el poder o las leyendas».