El Estatuto de Autonomía establece un amplio marco de autogobierno dentro del marco constitucional. Cuatro décadas de autogobierno que han constituido y constituyen la verdadera identidad aragonesa impregnada de ADN PAR desde el Gobierno de Gómez de las Roces hasta hoy. Que nadie se eche flores. Lo digo y lo mantengo. La piedra angular en la gestación del Estatuto se llama Partido Aragonés.
Una ley orgánica que nos ha proporcionado la autonomía de la que disfrutamos desde la capacidad de desarrollo adquirida a través del ejercicio de las competencias reconocidas que hemos podido ejercer desde su aprobación. Una etapa fructífera de grandes proyectos en Aragón impulsados mayoritariamente por el Partido Aragonés, que han dibujado la historia de la Comunidad Autónoma de los últimos 40 años.
Lo tuvimos claro. De hecho fue el PAR el partido que, bajo la presidencia del Gobierno de Aragón de Emilio Eiroa, convocó las grandes manifestaciones autonomistas de 1992 y 1993. Más de 100.000 personas salieron a la calle pidiendo Autonomía Plena.
Como presidente del Partido Aragonés me siento orgulloso de haber logrado inocular aragonesismo en el corazón de Aragón reconocida nacionalidad histórica, gracias al PAR, y felicito a toda la sociedad aragonesa, agentes sociales y partidos políticos, que han contribuido y contribuyen a lo que hoy es Aragón y a lo que puede ser.
El Estatuto de Aragón es la herramienta que sigue permitiendo el máximo crecimiento de Aragón. Hemos avanzado mucho; el autogobierno nos ha proporcionado un incuestionable desarrollo como Comunidad Autónoma, y nos ha permitido luchar de manera eficaz contra las crisis. Sin embargo, queremos llegar hasta el límite permitido. Ni un milímetro más, pero tampoco menos. Porque entendemos que más autonomía equivale a más futuro, a menos injerencias, a más fuerza y más aragonesismo. La triple crisis derivada de la pandemia también se gestiona desde la herramienta estatutaria y cuyo máximo desarrollo es innegociable para el Partido Aragonés.
El sentimiento aragonesista es necesario para avanzar como Comunidad Autónoma en igualdad de condiciones. Para transformar la realidad social y hacer más Aragón desde Aragón. Los valores de libertad e igualdad recogidos en el Código del Derecho Foral de Aragón definen el derecho civil aragonés. El ser aragonés. Desde el respeto a la pluralidad política, defiendo cada una de las posibilidades constitucionales y estatutarias que puedan hacernos crecer como territorio; rechazo las pretensiones recentralizadoras que nos harían retroceder y las pretensiones soberanistas de Cataluña. Cuanta más autonomía tengamos más fuertes seremos.
La aspiración de lograr un Estatuto plenamente desarrollado sigue hoy más viva que nunca. En la etapa actual el vigente Estatuto incluye instrumentos que debemos reivindicar y aplicar como la financiación autonómica, cuestión vital para Aragón. Es preciso dotar a nuestra Comunidad Autónoma de los cauces necesarios para obtener una financiación estable y justa que nos permita crecer al mismo nivel que el resto de las autonomías. No renunciamos al acuerdo de financiación previsto en el artículo 108, instrumento que debe tomar en consideración las especiales circunstancias de Aragón atendiendo a su extensión territorial, la dispersión poblacional y el envejecimiento demográfico. Tampoco al resarcimiento de la deuda histórica acumulada, que en cierta medida ha frenado el pleno desarrollo económico de Aragón. Los recursos endógenos, especialmente el Agua, también tienen que ser instrumentos de progreso.
Desde el Partido Aragonés hemos sido y somos capaces de forjar grandes proyectos que han dinamizado nuestra economía y enriquecido el territorio. Ahora aspiramos a un Aragón con latido en cada parte de nuestra geografía, en cada rincón, en cada pueblo. Un Aragón plenamente conectado con el resto de España y Europa.