La cumbre europea que se celebra en estos días todavía debe anunciar sus resultados. La lucha contra el desempleo -sobre todo juvenil- y las herramientas para combatirlo (mejora del sistema financiero, inversiones públicas y privadas…) están sobre la mesa. No hay soluciones mágicas, ni una salida inmediata a esta profunda recesión, aunque se atisba un panorama menos negativo en las grandes magnitudes que, de todas maneras, tardará en traducirse sobre las cifras del paro.
Con todo ello, desde el punto de vista del Partido Aragonés, hay que apuntar dos realidades y una reivindicación. En el primer aspecto, se suman por un lado, el ampliamente mayoritario acuerdo alcanzado en España, a través de una resolución del Congreso de los Diputados, para que el Gobierno central presente una posición firme de España en el Consejo Europeo; y por otro lado, la prioridad establecida en ese acuerdo, hacia la necesidad de mover a la Unión Europea para impulsar la actividad económica y crear empleo.
El diálogo con resultado de entendimiento así como la prioridad común de aplicar todos los recursos disponibles frente el paro, el primer problema social y económico que tenemos en España y Aragón, revaloriza el trabajo que ha realizado y lleva a cabo el PAR con los mismos fines. Hemos pedido acuerdos y metas claras, desde el primer momento de la crisis. Aragón ha sido pionero en ese sentido y, sin triunfalismo, comienza a trasladarse al ámbito español. Es preciso profundizar en esa vía.
La reivindicación se dirige a lograr que estos mismos criterios alcancen a Europa. La Unión Europea es, por muchos motivos, nuestro porvenir y las medidas que se pueda adoptar para superar los actuales obstáculos deben tener extensión europea para ser eficaces.
El PAR, desde el aragonesismo que profesa es consecuentemente europeísta, por convicción y por sentido práctico. Seguiremos trabajando para alzar nuestra voz a favor de los mayores acuerdos y de la máxima priorización de la tarea compartida contra el paro. Es nuestro compromiso.