La crisis del coronavirus, Covid-19, es la mayor crisis global de la historia reciente. Ha trastocado el discurrir de la vida diaria de millones y millones de personas cuya salud y bienestar está por encima de cualquier otra cosa. Sin embargo, es más que una crisis de salud.
No podemos descuidar la preocupación que suponen las negativas cifras que dejaba marzo en la economía, con grave destrucción de empleo. Por eso estoy plenamente convencido de la necesidad de mantener viva la economía, las pymes, y de «mimar» a los autónomos con el mayor empeño, por ser fundamentales en Aragón como sector estratégico.
Con la drástica medida del confinamiento el Gobierno de España intenta frenar la mayor amenaza y crisis global contra la salud conocida por la sociedad actual, que deja en evidencia carencias tanto en muchos de los países afectados de forma individual como en Europa en sus respuestas a la epidemia.
El Gobierno de Sánchez tendría que haber tomado algunas decisiones junto a los sindicatos y organizaciones empresariales. El coronavirus no entiende de colores políticos. El asunto es tan trascendental, novedoso y grave que las decisiones gubernamentales al respecto deberían estar más abiertas.
A pesar de los paquetes de medidas del Gobierno de España y sin entrar detenidamente en ellas, opino que ante una emergencia tan brutal las decisiones deben tomarse en el presente con la vista puesta en el futuro. En el medio y largo plazo.
Soy partidario de contundentes medidas europeas en esta lucha. En mi opinión la coordinación de Europa es fundamental.
Bien recibido e indispensable es que Europa pensara en acelerar un fondo para ayudar a las empresas a mantener el empleo durante la crisis del coronavirus. Ese fondo lo anunció Úrsula von der Leyen y está pensado en España e Italia, principalmente. Ahora debemos conocer el cómo y el cuándo con el objetivo de impulsar el tejido productivo de Aragón y de España. Esto es esencial y urgente.
Desde el PAR, con Arturo Aliaga al frente y como consejero de Industria del Gobierno de Aragón, seguimos y seguiremos aportando y sumando desde todos los niveles en los que estamos representados para poder afrontar y superar la crisis sanitaria, social y económica en la que nos encontramos inmersos.
Los políticos tenemos la obligación de dar ejemplo, ser solidarios, y ejercer la responsabilidad que nos corresponde como servidores públicos. La empatía y solidaridad son más necesarias que nunca en las actuales circunstancias que vivimos. Esta crisis global de gran envergadura afecta seriamente a la sociedad aragonesa, a su sanidad, a su sociedad y su economía. Es tiempo de esfuerzo, empatía y colaboración. Momentos difíciles para todos, pero también de esperanza.
Estos días hemos venido vuelos de carga que recibe Aragón, con toneladas de material sanitario comprado por la DGA con el respaldo de empresas de la Comunidad Autónoma. Aviones fletados por Inditex que aporta logística y millones de euros donados. 63 millones en material sanitario donaba recientemente al Sistema Nacional de la Salud para luchar contra la pandemia del coronavirus. Afortunadamente acciones de estas características nos hacen creer en la calidad humana como instrumento para avanzar en la construcción de un mundo mejor.
Me conmueve y aplaudo la labor de los sanitarios, celadores, limpiadoras, trabajadores públicos, agricultores y ganaderos, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, reponedores, cajeras de supermercados, personal de Correos, cuidadoras y trabajadores de las residencias de mayores, y agradezco el apoyo y colaboración de las entidades empresariales, colectivos, empresas, asociaciones. Especialmente de aquellos autónomos y Pymes que hacen un esfuerzo importantísimo en estos complicados tiempos. Entre todos deberemos ayudarles para que sigan llenando de vida nuestros pueblos y ciudades.