La Diputación Provincial de Teruel, que preside el Partido Aragonés, aprobó ayer por unanimidad rechazar la reforma de la Ley Electoral que proponen Ciudadanos y Podemos. La propuesta fue planteada por el grupo provincial del PAR en la institución provincial que logró hacer entender al resto de los partidos el «nuevo varapalo» que supondría una reforma de la Ley Electoral que «sólo pretende cambiar las reglas de juego democráticas que nos hemos dado todos los españoles, para satisfacer a dos partidos cuyo único propósito es lograr unos sillones que no han conseguido en las urnas», dijo el presidente de la Diputación Provincial y secretario general del PAR en la provincia, Ramón Millán.
El grupo provincial recordó en el pleno que en caso de aplicarse la reforma la provincia perdería al menos 2 de los 3 diputados con que cuenta en el Congreso, «lo que, sin duda- es una afrenta más para una provincia como Teruel que de por sí, ya tiene escaso peso y poder en el conjunto de la Nación», matizó Millán.
El portavoz del grupo provincial del PAR, Alberto Izquierdo, puso de manifiesto además, la situación inexplicable que se produciría en la provincia en caso de aplicar esa reforma electoral respecto al reparto de escaños en la Cámara Baja que tendrían los partidos en representación de Teruel. «Según las últimas elecciones, la coalición PP-PAR logró en Teruel el 41,34% de los votos; el PSOE, el 26,33% y Unidos Podemos, el 16,68%», explica Izquierdo. «Sin embargo -prosigue- según la propuesta de Podemos y Ciudadanos, cada uno tendría 1 diputado así que no creo que eso sea ni proporcional, ni justo, ni explicable y mucho menos se entendería que tenga la misma representación un partido que ha sacado 30.000 votos que otro que ha sacado 12.000».
Con esta propuesta que el Partido Aragonés presentó en la DPT, se logra evitar que la circunscripción electoral provincial y de la Comunidad autónoma puedan ver mermada su representación el Congreso de los Diputados y en el Senado ya que el incremento del peso de la proporcionalidad perjudicaría a los territorios menos poblados, no solo a Teruel sino también, en el caso de Aragón, a Huesca.
Finalmente, Ramón Millán puso de manifiesto en defensa de esta propuesta, la incongruencia que representa hablar de reducir nuestra presencia en Madrid y a la vez pensar que van a solucionar la despoblación. “No entiendo como estos partidos que defienden la reforma, puedan venir a contar a Teruel que vamos a tener menos representación y nadie diga nada y encima tener la osadía de decir que si gobiernan van a luchar contra la despoblación”, concluyó.