Aragoneses y aragonesas: El 23 de abril de 2015 se presenta como una oportunidad especial para que todos reflexionemos en clave de Comunidad, como integrantes de esta sociedad aragonesa y habitantes de este histórico territorio. Es la ocasión para mirar a Aragón en nuestro Día.
Juntos hemos atravesado los peores momentos de una grave crisis económica y social que aún perdura. El sacrificio y el esfuerzo que la mayoría de aragoneses realizan, merecen el reconocimiento compartido y requieren un mensaje de perseverancia ya que, a pesar de las grandes magnitudes de la economía que indican una recuperación, queda mucho trabajo por hacer entre todos por las miles de personas y familias en nuestra Comunidad afectadas por el paro, la exclusión, las dificultades.
Debemos continuar aplicando responsabilidad, tesón, solidaridad, determinación, unidad para que la reactivación se traslade de verdad a la realidad social, disminuyan mucho más rápidamente los niveles de desempleo y ganemos el bienestar y la prosperidad que son el objetivo de todos. Hay que hacerlo.
Para alcanzar esa meta, se ha demostrado que los instrumentos de nuestro autogobierno son esenciales. Hemos comprobado que, cuando tenemos la opción de decidir por nosotros mismos y nos ponemos de acuerdo, somos capaces de evitar imposiciones, matizar con criterio social decisiones generales, impulsar iniciativas de crecimiento, adecuar cada medida a nuestras características específicas como sociedad y territorio, y aprovecharlas en la tarea común de salir adelante, mejor que otros.
Hoy es el Día de la Autonomía y es preciso valorar que, además de responder a nuestros derechos colectivos como pueblo, el autogobierno produce resultados positivos y plantea un potencial incuestionable en beneficio de los aragoneses.
Por esas razones, las perspectivas de futuro nos hallarán vigilantes y resueltos en la defensa de nuestra tierra e identidad, de nuestras instituciones, de nuestras herramientas de decisión y gobierno y de nuestro carácter que se distingue por el pacto y la colaboración en provecho público.
Todo ello está cuestionado por quienes plantean posiciones o programas que niegan a Aragón y que suponen retroceder en el camino por el que hemos avanzado a lo largo de la historia. No vamos a admitir ni la supresión del Justicia, ni el Trasvase, ni la demolición de nuestras comarcas y ayuntamientos, ni el desprecio de nuestras aspiraciones en materia de infraestructuras, de progreso, de equilibrio territorial y social, ni una financiación que regale privilegios a otros e ignore que Aragón es diferente, ni la implantación de una división permanente en la política o en la sociedad. No volveremos a ser una región cualquiera, sin presencia ni poder, como pretenden con excusas de presunto ahorro y reforma del Estado que es un retorno al pasado y un sometimiento a designios lejanos y ajenos. Tampoco seremos el escenario de confrontación continua que es el propósito de algunos.
Aragón vive este 23 de abril con unas elecciones en el horizonte inmediato sobre las que pesan esas y otras amenazas. En nuestras manos está evitar que se cumplan, sabiendo que la libre y democrática designación de nuestros gobiernos en los ayuntamientos y del Gobierno de Aragón tiene una trascendencia capital en nuestras vidas, en nuestras esperanzas individuales y como pueblo, en nuestra Autonomía como factor de desarrollo, en las posibilidades de entendimiento, sin que nos confundan los que disimulan mientras atienden sólo a sus fines e intereses propios o de sigla.
En breve, decidiremos, y nuestro sentimiento aragonés, que nos llevó a alzar la voz en las recordadas manifestaciones por la Autonomía y contra el trasvase, debe entrar nuevamente en juego, para respaldar a quienes antepongan el compromiso de avanzar, de trabajar por todos con honestidad, de dialogar y cooperar, de preservar y ampliar espacios para ejercer nuestra identidad y nuestras capacidades, de usar nuestros recursos a favor de los aragoneses.
Aragón es el presente y el proyecto de todos, en cada pueblo y ciudad, en cada barrio, en cada casa. Conquistemos el porvenir, hombro con hombro, sin reblar, aragoneses por encima de las diferencias, con todos y para todos, aragoneses llenos de vida.
En el Día de Aragón, el Partido Aragonés reafirma y refuerza estas convicciones que son esencia misma de nuestra acción política desde nuestra constitución como partido y siempre en adelante.