La portavoz adjunta del Partido Aragonés (PAR) en las Cortes, María Herrero, ha presentado una iniciativa para su debate en el Pleno que insta a la DGA a interrumpir el proyecto piloto de escolarizar a niños de 2 años en colegios de Educación Infantil y Primaria, por tratarse de una medida «pedagógicamente cuestionable y, además, con una repercusión negativa para los autónomos y pequeñas empresas de educación infantil de niños entre 0 y 3 años». El Partido Aragonés ha presentado una proposición no de ley que defenderá en el Pleno de las Cortes en la que manifiesta su posición en contra del proyecto piloto de la DGA de escolarizar a niños de 2 años en centros de Educación Infantil y Primaria. La diputada portavoz del PAR en materia de educación, María Herrero, ha indicado que se trata de «una medida pedagógicamente discutible y con indudables consecuencias negativas para el sector de autónomos y pequeñas empresas de educación infantil de niños entre 0 y 3 años».
En el segundo punto de la proposición no de ley el PAR insta al Gobierno de Aragón a «estudiar la regulación de todas las fórmulas profesionales que existen y se dedican al cuidado, crianza y educación de los niños en este tramo de edad».
Atención y educación adecuadas a niños de 0 a 3 años
María Herrero ha insistido en que una correcta atención y una buena educación de los niños entre 0 y 3 años «son fundamentales para desarrollo personal». Se trata de un momento evolutivo «crucial» para los niños de estas edades desde muchos puntos de vista «es un gran error menospreciar la relevancia de los cuidados que reciben, las características del espacio donde están, la comunicación con los adultos de referencia con los que pasan gran parte del día o las actividades que desarrollan». «Conforme más avanzada es una sociedad, más atención se le presta a esta etapa vital».
Familia y cambios sociales
Los cambios sociales han supuesto, según valora María Herrero, que en los primeros años de vida cada vez sean menos los niños atendidos durante todo el día por sus familiares directos. En la mayoría de los casos, explica, los padres necesitan que sus hijos sean cuidados desde los primeros meses de vida por profesionales desde que estos tienen pocos meses de edad existiendo diferentes fórmulas y nomenclaturas diversas, unas más extendidas y desarrolladas que otras: niñeras, madres de día, guarderías, ludotecas, centros infantiles, jardines de infancia, escuelas infantiles, etc. Por un lado encontramos «la red de escuelas infantiles pública de Aragón -de titularidad municipal casi en la totalidad de los casos y cofinanciada por el Gobierno de Aragón-; por otro hay casi un centenar de centros de educación infantil privados que están homologados por el Gobierno de Aragón por cumplir los requisitos establecidos según la Orden de 25 de agosto de 2005; y por otro están las once guarderías del Gobierno de Aragón y otras alternativas no están reguladas que acogen a un considerable número de niños».
Proyecto piloto
María Herrero recuerda que, a fecha de hoy, se ha anunciado la apertura de tres centros, a modo de proyecto piloto, de aulas para niños de 2 años en colegios de Educación Infantil y Primaria, en Zaragoza, Huesca y Teruel respectivamente y valora que cualquier proyecto piloto se pone en marcha con el propósito de hacerlo crecer «esta intención nos preocupa e inquieta a un sector profesional de forma sustancial y por varias razones». Primero y desde un punto de vista pedagógico «es cuestionable la conveniencia de esta decisión tanto por el hecho de que no sea beneficioso dividir el ciclo de 0 a 3 en tramos, como porque es recomendable que los bebés-niños tan pequeños estén es espacios más familiares y reducidos».
Además hay que añadir que las características de las instalaciones «no cumplen todos los requisitos que el propio Gobierno de Aragón establece para homologar centros privados».
Y por último, el calendario escolar, subraya Herrero, «no es el adecuado para que los progenitores concilien su vida familiar y laboral».
Más Repercusiones negativas
La diputada del PAR indica que a todo lo anterior hay que sumarle que si este proyecto piloto se extendiera, indudablemente repercutiría «en una gran cantidad de centros de educación infantil que hoy en día existen y que vienen demostrando que prestan un servicio de interés general con profesionalidad y de calidad». También en la «supervivencia» de un amplio sector de autónomos y de pequeñas empresas que han hecho de la educación infantil su proyecto de vida.
Presupuestos mermados
María Herrero indica que los presupuestos de la Comunidad Autónoma se verían mermados si se generaliza sin necesidad una decisión de tal calibre «En todo caso lo conveniente sería llegar a acuerdos con la iniciativa privada para poder, vía convenio, concierto o becas, contribuir a garantizar que la oferta cubre la demanda, que lo hace en óptimas condiciones y que todas las familias con independencia de su situación económica pueden disfrutar de este servicio, que se ha convertido en básico», ha concluido.