Soplan vientos de incertidumbre en torno al futuro de MotorLand y su prueba estrella: el Gran Premio de Aragón de Moto GP. La intención de Dorna, la empresa organizadora del campeonato, de reducir el número de grandes premios en la Península Ibérica no presagia nada bueno si no reaccionamos a tiempo.
El Mundial de MotoGP celebra cinco grandes premios en la Península: el Gran Premio de España de Jerez, Montmeló, Valencia, MotorLand y el del circuito del Algarve en Portugal. La demanda de otros países para albergar pruebas, distribuidas por los cinco continentes, ha hecho que los organizadores se planteen la reducción del número de premios ‘ibéricos’. Motorland se enfrenta a duros competidores, algunos de los cuales, avispadamente, ya han movido ficha.
El circuito catalán ya se ha garantizado la presencia de un gran premio hasta 2031. ¿Cómo? Con un canon que supera los 12 millones de euros y con financiación del Gobierno de España. ¿Será el Gobierno de Aragón lo suficientemente valiente para apostar económicamente por este evento? ¿Será capaz de lograr la colaboración del Gobierno de España? Quizás la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, flamante nueva secretaria general del PSOE aragonés, propicie un empujoncito económico a este proyecto tan nuestro.
Para el Partido Aragonés, MotorLand es incuestionable. Fue el PAR el promotor de este gran proyecto y siempre lo hemos defendido como garantía de desarrollo para Alcañiz y para todo Aragón, a pesar de que ahora algunos quieran hacerlo suyo. Por ello, defenderemos a capa y espada la continuidad del Gran Premio aragonés.
Vimos, con tristeza, cómo el circuito alcañizano no fue una de las prioridades para el anterior Ejecutivo autonómico, a pesar de contar con la presencia de nuestra formación. Fueron ocho años casi perdidos en el desarrollo del potencial que estas instalaciones tienen y en su promoción internacional.
Pero olvidemos las cuitas del pasado y pensemos en el futuro. Ahora es el momento de la verdad. El Gobierno de Aragón debe ponerse a trabajar ya para garantizar el futuro del Gran Premio de Aragón más allá de 2026 y debe hacerlo con voluntad política y con una apuesta económica decidida. Poco le costó al Ejecutivo autonómico garantizar lo que inicialmente eran 40 millones de euros para la Nueva Romareda, un proyecto que apoyamos pero que no puede acaparar todas las inversiones en materia de infraestructuras deportivas, por cierto, muy necesarias en todo el territorio.
Dejemos ya de volcar todos nuestros recursos en la capital aragonesa y en su entorno y apostemos por el territorio y por su desarrollo económico. Aquí no estamos hablando de la llegada de un nuevo proyecto tecnológico con todas las negociaciones y dificultades que eso conlleva; hablamos de un proyecto asentado y con muchas posibilidades que todavía no han sido explotadas. Apostemos firmemente por la Fórmula 1, por nuevas competiciones que hagan del municipio un referente en el mundo del motor a nivel mundial.
Hace pocas semanas se creaba un Consejo Asesor Técnico para MotorLand destinado a ofrecer apoyo y asesoramiento al Consejo de Administración en temas relacionados con el motor, la innovación, la búsqueda de oportunidades económicas y el desarrollo territorial. Pónganse sus miembros a trabajar ya, de verdad, para lograr un mayor rendimiento económico y deportivo del circuito. Que este consejo no se limite a hacer informes que luego quedan olvidados en los cajones.
MotorLand necesita con urgencia un proyecto claro de futuro, una apuesta valiente que saque el brillo que ha ido perdiendo con el paso de los años.