Por Arturo Aliaga. Presidente del Partido Aragonés y portavoz de esta formación política en las Cortes de Aragón.
Lo dije hace muy pocos días en las Cortes de Aragón cuando presentamos una proposición no de ley para que se retraten las fuerzas políticas con representación en la Cámara y podamos saber con qué apoyos contar para trabajar contra la “mala idea” de una reforma electoral que se base únicamente en la proporcionalidad.
Lo rechazamos contundentemente porque supondría un daño injusto y difícilmente resarcible. Me preocupa la posibilidad de que pudiera prosperar esa pretensión de Ciudadanos y Podemos. En ese caso los efectos para Aragón serían perniciosos. Hasta el punto de perder tres o más diputados en el Congreso. Teruel tendría en el mejor de los casos un solo representante, Huesca un máximo de dos y Zaragoza se quedaría con los siete actuales. Según otras interpretaciones, Teruel podría quedarse sin representación. Es decir, perderíamos peso en el conjunto del Estado necesario para encarar los problemas que tiene una Comunidad como Aragón, con poca población, dispersa y envejecida.
¿Y quién perdería más? Indudablemente Teruel. Por eso entiendo que desde aquí, en la cota de poder político que me corresponde y como presidente del Partido Aragonés, es mi obligación poner en marcha propuestas que vayan encaminadas a abortar semejante despropósito que supone castigar a Aragón y que en el mejor de los casos pasaría a tener 10 diputados frente a los 13 actuales. Perderíamos representación actual tanto en el Congreso como en el Senado y el peso relativo que esa representación supone en el conjunto. Nos haríamos aún más pequeños en las Cortes Generales.
¿Qué aragonés podría apoyar esa reforma sabiendo que sus consecuencias reducirían las posibilidades de futuro de Aragón?
Tenemos que ser más honestos, defender más lo nuestro, proteger lo que ya tenemos sin perder de vista el horizonte de progreso y desarrollo al que aspiramos, desde el pensamiento puesto en Aragón para buscar en todo momento el interés de Aragón. Sin dar pasos hacia atrás, sin maquiavelismos políticos. Solo así seremos y nos haremos más grandes.
Vuelvo a insistir en que los partidos que defienden una reforma electoral basada en la proporcionalidad traicionan a Aragón. Yo no encuentro otra palabra que califique mejor semejante despropósito y deslealtad a esta Comunidad Autónoma. Solo piensan en su rédito electoral, en obtener más votos en las grandes urbes evidenciando una preocupante falta de responsabilidad y sensibilidad con los territorios como el nuestro.
Sería inadmisible un retroceso fruto de la insolidaridad territorial y de puros y duros intereses electorales en contra de Aragón. Como presidente del partido Aragonés me he implicado y seguiré implicándome influyendo al más alto nivel político para que las circunscripciones de Teruel y Huesca no tengan que ser las paganas de una reforma electoral basada en intereses contrarios a Aragón. De hecho, el pasado miércoles 21 de febrero durante la reunión que mantuve con el presidente del Gobierno de la nación, Mariano Rajoy, expresé, además de la petición del cumplimiento de lo pactado para las elecciones generales del 2015, el problema que supondría para Aragón una reforma electoral que nos perjudique siendo para nosotros esta cuestión un asunto de casus belli. Expuse la realidad de Aragón, el trabajo que nos cuesta sacar las cosas adelante, el derecho que tenemos a existir en las mejores condiciones para ganar futuro.
Crecer. Esa la cuestión. Y nunca al revés.