El Partido Aragonés de Zaragoza ha reclamado al Ayuntamiento de Zaragoza que cuente con la opinión de los vecinos y que no improvise en los nuevos carriles bici.
En opinión del presidente del Comité local del PAR, Sergio Larraga, “no se trata de imponer carriles bici sino de establecer una red de carriles bici integrada en la ciudad, y que sirva para dar una mejor calidad de vida a los zaragozanos”.
Se hace absolutamente necesario, ha dicho, actuar de forma “planificada”, y de la mano de un Plan de Movilidad actualizado. La opinión de los vecinos, “no puede ser obviada una vez más, y menos aún por aquéllos que presumían en su momento de ser la nueva política que tendría como premisa fundamental la transparencia y la opinión vecinal. Todo está siendo una gran decepción”.
El PAR–Zaragoza indica que en los últimos tiempos, Zaragoza está sufriendo una agria polémica como consecuencia de las actuaciones del Ayuntamiento en lo relacionado con el diseño y construcción de los carriles bici. “Somos partidarios de la expansión de estas vías para ciclistas por los beneficios que pueden aportar para los vecinos, pero para ello es necesario que el equipo municipal actúe de manera planificada, con estudios previos y ordenados sobre el diseño, alternativas, usabilidad y posibles afecciones a vecinos, conductores y comerciantes, y muy especialmente con un Plan de Movilidad debidamente actualizado y definido”. Y todo esto, subraya, “no se está haciendo así en estos momentos”.
Carriles bici de Constitución y Sagasta
Los problemas que comienzan a generar ya los carriles bici de Paseo de la Constitución y Paseo de Sagasta, subraya el PAR-Zaragoza, son buenos ejemplos de que las cosas no se están haciendo bien. No se trata de imponer sino de hacerlo de una manera progresiva, complementaria con otros usos peatonales y de tránsito, y valorando previamente las posibles afecciones que tanto las obras como el posterior uso pueda tener sobre los propios ciclistas, peatones, transportistas, conductores y comerciantes.
El PAR-Zaragoza entiende que para todo ello, el Ayuntamiento debería haber contado de manera muy especial con las opiniones de los vecinos, y esto “tampoco ha tenido lugar”. En el caso del carril bici de Constitución, recuerda Larraga, fue “evidente” el enfrentamiento del Ayuntamiento con las asociaciones vecinales y la propia Junta de Distrito Centro. Finalmente, y contra el criterio de los vecinos, se ha realizado “un carril bici que no sólo no convence a nadie, sino que además ha provocado más problemas de circulación y acceso a esta zona”.
Con el carril bici de Sagasta, más reciente, explica Larraga, ha pasado algo parecido. La eliminación de un carril para el tráfico de vehículos en una zona que no aconseja tomar dicha medida, así como el aislamiento que de hecho produce a los vecinos de Torrero, está siendo ya una fuente de problemas y atascos.
Ahora, concluye, con el proyectado carril bici de Gómez Laguna, el Ayuntamiento de Zaragoza “vuelve a pecar de los mismos vicios, dejando fuera la opinión de vecinos y colectivos que ya han denunciado la situación”.