Tras constatar a través de redes sociales que la frecuencia de casos de acoso en vía pública y medios de transporte público (autobús y tranvía) es mayor de la que inicialmente podría imaginarse, desde PAR Zaragoza se realizan una serie de propuestas tendentes a proteger a la víctima y a educar al resto de zaragozanos a saber cómo actuar ante dichas situaciones.
Estos supuestos de acoso, tienen como víctimas a mujeres de todas las edades, desde menores de edad a mujeres en edad madura. Las mujeres que han denunciado estos casos, coinciden en el modus operandi de los acosadores, que se suelen aprovechar de espacios en los que hay gran cantidad de personas (por ejemplo en los autobuses o tranvía). Denuncian las mujeres rozamientos claramente voluntarios por parte del acosador, tocamientos en los peores casos, y comentarios con obscenidades en otros casos. La víctima, además de tener que soportar estas conductas inaceptables, siente miedo y gran agobio. En ocasiones hay gente que, siendo consciente de lo que ocurre, actúa arropando a la víctima, pero en otras ocasiones ésta puede verse muy sola y desamparada. En algunos casos, siendo las víctimas por ejemplo menores de edad, la gravedad del hecho es más alta si cabe.
En la mayoría de los supuestos, a pesar de la gravedad de los mismos, la víctima no suele denunciar los hechos ante la policía. Y ése debería ser el primer paso a concienciar entre la ciudadanía: es necesario siempre y como primera medida, llamar a la policía y denunciar. Los acosadores suelen aprovecharse de esta circunstancia en la que la denuncia se omite, para campar a sus anchas. Sólo la actuación de otras personas, haciendo pública la situación en el momento, es en la mayoría de las ocasiones, una de las pocas salidas prácticas que le queda a la víctima (al margen de huir o tener que soportar lo insoportable). No obstante, las intervenciones particulares (siempre bienintencionadas) pueden ser efectivas en algunos supuestos, pero también pueden generar algunos problemas, por lo que lo más correcto es llamar a la policía y denunciar. Por ello, resulta fundamental educar a todos en la necesidad de arropar a la víctima en el momento, y como primera medida, llamar a la policía.
Además de la concienciación en la necesidad de denunciar por parte de la víctima o acompañantes, y de arropar y proteger a ésta por parte de las demás personas, desde PAR Zaragoza cree conveniente que el Ayuntamiento estudie alguna medida concreta. Y así, el establecimiento de una aplicación móvil, con “botón del pánico”, en la que la agilidad y la geolocalización de la víctima, así como el contacto directo con policía local, estén plenamente garantizadas, pueden servir como excelente herramienta para evitar y prevenir este tipo de conductas. El recurso a las aplicaciones de telefonía móvil ha sido ya empleada en momentos concretos (por ejemplo en otras ciudades para sus fiestas), y de manera generalizada en otros países.
Por último, y recogiendo igualmente las sugerencias de algunas de las personas afectadas, una mayor presencia de la policía local en trayectos de autobús o tranvía, puede servir para (al menos) disuadir al presunto agresor, o para amparar a la posible víctima en el momento.