Los últimos y graves problemas denunciados en el Barrio Oliver, así como otros sufridos por los zaragozanos en diferentes barrios, pone de manifiesto que es hora de abordar nuevos planteamientos sobre seguridad ciudadana en Zaragoza. PAR Zaragoza reclama al Ayuntamiento que ofrezca una respuesta efectiva al objeto de que la situación no vaya a más. Los últimos y graves problemas denunciados en el Barrio Oliver, así como otros sufridos por los zaragozanos en diferentes barrios, pone de manifiesto que es hora de abordar nuevos planteamientos sobre seguridad ciudadana en Zaragoza.
Ante las reiteradas denuncias realizadas por los vecinos del Barrio Oliver referidas al aumento de la inseguridad ciudadana, y la falta de respuesta por parte de ZeC, PAR Zaragoza reclama al Ayuntamiento de Zaragoza que atienda debidamente a los denunciantes, y ofrezca una respuesta efectiva al objeto de que la situación no vaya a más. El Presidente de PAR Zaragoza, Sergio Larraga, propone para este supuesto concreto (Oliver) una actuación coordinada de las diversas administraciones (Ayuntamiento y Gobierno de Aragón) en las diferentes materias implicadas (servicios sociales, educación, sanidad y seguridad ciudadana), sin exclusiones de ningún tipo. Desde PAR Zaragoza se es consciente de que se trata de un problema complejo, y que la solución requiere una actuación multidisciplinar reiterada en el tiempo, pero debe darse también una respuesta a corto plazo. Y todo lo anterior, partiendo de una reunión necesaria entre Alcalde y Plataforma de Vecinos de Oliver, con el fin de poner sobre la mesa la situación real que afecta a los vecinos y, por supuesto, exigiendo al Ayuntamiento de Zaragoza la voluntad política real de solucionar el problema de forma efectiva.
En los últimos tiempos, son personas mayores las que han sido objeto de robos, y una mayor presencia policial (aunque solo fuera temporal hasta minorar el problema) ofrecería de manera inmediata una mayor seguridad a este colectivo y al conjunto de los vecinos, así como un efecto disuasorio a los delincuentes, pero todo parece indicar que ZeC está desechando esta medida. Evidentemente, también es necesario continuar con las necesarias actuaciones de tipo social, sanitario y educativo mencionadas anteriormente, pero las denuncias de los vecinos requieren una medida rápida que pueda paliar las circunstancias de inseguridad que se están viviendo en este momento, y que parece que van a más.
A medio y largo plazo, como ya se reivindicó en su día por PAR Zaragoza, será necesario replantear el modelo de policía de barrio y general para la ciudad.
Sin embargo, ni es positivo describir el Barrio Oliver como una «ciudad sin ley», ni tampoco minorar un problema serio a meros «picos de violencia». El problema es de otro calado, y debe afrontarse desde una perspectiva de ciudad. Lo cierto es que los vecinos en algunos barrios (no sólo Oliver) están sufriendo un problema en su seguridad que crece con el paso del tiempo, y necesita ser abordado de manera efectiva para que no vaya a más. Obviar el problema o insistir en medidas que hasta el momento han sido claramente insuficientes, no va a solucionar la situación que sufren los vecinos.
La ciudad de Zaragoza sufre una serie de problemas concretos en esta materia que deben ser analizados y solucionados. Estudiando los datos del Anuario Estadístico del Ministerio del Interior del año 2015 referidos a hechos conocidos de infracciones penales, las principales categorías estadísticas en las que presentan sus datos, destacan (en este orden competencial) hurtos y daños. A mayor distancia siguen los robos con fuerza en domicilios (que además crecieron un 8’3% del año 2014 al 2015) y los robos con violencia o intimidación. A lo anterior seguirían, también más distanciados, otras categorías como sustracción de vehículos de motor, tráfico de drogas, etc.
Destacable en Zaragoza es (además de lo anterior, y ahora desde un punto de vista más local) la lacra del vandalismo sufrida en la ciudad, que se exterioriza con la reiterada quema de contenedores (se llegan a quemar en torno a los 250 contenedores al año, lo cual puede suponer unos 200.000 euros anuales a las arcas municipales). Esta ola de vandalismo de la que se libra ningún distrito, pone en grave riesgo además a viviendas y vehículos limítrofes.
Además de la quema de contenedores, el vandalismo se exterioriza en Zaragoza ocasionalmente con daños en los vehículos aparcados en la vía pública (retrovisores rotos, ruedas pinchadas, daños en la pintura de los mismos…) que también son objeto de queja por parte de los zaragozanos.
Igualmente, quejas referidas a horarios de determinados «after» con ruidos en la vía pública, pintadas en lugares no autorizados o incluso la tan debatida (y nunca resuelta) limpieza de excrementos de animales en la vía pública.
En definitiva, PAR Zaragoza apuesta por no eludir el debate de la seguridad ciudadana en Zaragoza, tanto en los asuntos mencionados como en otros que también deben estar sobre la mesa. Los últimos casos denunciados en el barrio Oliver no deben servir para estigmatizar un barrio, sino para ser consciente de que la falta de seguridad ciudadana en la ciudad puede comenzar a ser un problema grave. La apuesta del PAR Zaragoza por un replanteamiento de una policía de barrio más cercana a los vecinos, es nuestro punto de partida.