El Partido Aragonés en Zaragoza lamenta los accidentes ocasionados entre peatones y el tranvía, uno de los cuales ha ocasionado la desgraciada muerte de un joven de 24 años el pasado fin de semana. Dichos accidentes ponen de manifiesto la necesidad de aumentar en Zaragoza las medidas de señalización horizontal y vertical, así como el estudio de señales acústicas, para evitar nuevos accidentes, especialmente en lo que a atropellos se refiere. Esta petición que reitera hoy PAR Zaragoza, ya fue realizada el pasado mes de agosto de 2017.
Según Larraga, el Ayuntamiento debe “reforzar” una serie de “campañas de sensibilización” entre los zaragozanos para que dispongan de la información suficiente sobre la forma de actuar en la vía pública por la que circula el tranvía. En muchas de estas zonas (por ejemplo en Plaza de España y Paseo de la Independencia), señala Larraga, coexiste el tráfico peatonal con el propio del tranvía. Y en ocasiones, incluso, esta convivencia se “complica” aún más en las calles en las que el tranvía convive con vehículos y bicicletas.
El PAR-Zaragoza urge al Ayuntamiento de Zaragoza a tomar medidas efectivas preventivas para evitar accidentes de los peatones y conductores con el tranvía. Todo ello pasa en primer lugar, por analizar minuciosamente la ubicación y la causa de los accidentes ocurridos hasta ahora. En todos ellos puede haber elementos comunes que sirvan para hacer aflorar medidas eficaces. La definición de la zonas más problemáticas (a priori no parece que aquéllas zonas de convivencia peatón/tranvía sean las que acojan mayor número de problemas), la edad de las personas implicadas, la causa que provoca el accidente, entre otras, son elementos que “ayudarán sin duda a trazar lo que debería ser una realidad en la ciudad desde la entrada en funcionamiento del tranvía: una estrategia preventiva de accidentes”.
Entre las primeras medidas que el Ayuntamiento debería afrontar está la ampliación de la señalización horizontal y vertical dirigida a peatones y conductores. Un diseño innovador, visual, que centre la atención del peatón mientras pasea, conversa con otra persona o habla con el móvil por la vía pública, resulta claramente necesario. La señalización horizontal y vertical no pueden ser en ningún modo las únicas medidas. Junto al fomento de dicha señalización, también ha propuesto Larraga el establecimiento de espejos convexos de exterior que permitan al peatón una visión ampliada de los laterales, o incluso el estudio de señales sonoras o luminosas que avisen del próximo paso del tranvía en los tramos más peligrosos.
Junto a lo anterior, el PAR-Zaragoza ha sugerido una nueva campaña de información y concienciación para los peatones en los que se ofrezca no solo información sobre la correcta interpretación de la señales que advierten del paso del tranvía, sino también patrones de conducta responsables (por ejemplo, a la hora de pasear por la calle a la vez que se usan terminales móviles de telefonía y similares), ya que podría ofrecer mayores garantías de seguridad a los peatones de Zaragoza, ha estimado.
Desde su puesta en funcionamiento en 2011, el tranvía ha sufrido ya cuatro accidentes mortales -atropellos mayoritariamente- además de varias decenas de “accidentes/incidentes” que han ocasionado “heridos de diversa consideración, sustos o algunos daños de carácter material también con otros vehículos”. En cada ocasión que se produce uno de estos accidentes, se producen “daños evidentes”. En primer lugar, destaca lamentamos los “daños personales irreparables, cuatro fallecimientos, así como los heridos”. En segundo lugar, daños “materiales”, y en tercer lugar “afecciones al servicio”. “Una situación que cada vez parece repetirse con mayor frecuencia, y que demuestra que existe una evidente laguna en la prevención de estos incidentes”.