Jesús Guerrero. Diputado en Cortes y concejal de Monzón por el Partido Aragonés. En los últimos meses, Hidro Nitro Española (HINE) se encuentra sumida en otro periodo «complejo» que pone en riesgo el futuro de una de las industrias más potentes que existe en Aragón y que es vital social y económicamente para Monzón y el Cinca Medio. La posible venta por parte del grupo matriz, de las centrales eléctricas que abastecen de energía a la fábrica y una serie de factores de bloqueo junto con el «impuestazo» al que es sometida la empresa desde el Gobierno de Aragón -que anda en una especie de cruzada de subir los impuestos a todos aquellos que generan empleo-, hacen que la viabilidad de Hidro Nitro se pueda ver comprometida en el corto y medio plazo, así como los más de mil puestos de trabajo, más de un millar de familias, que de forma directa o indirecta dependen del futuro de la factoría en Monzón.
Para quienes no conozcan tanto la actividad de Hidro Nitro les diré que la empresa está compuesta por un conjunto de cinco centrales hidroeléctricas que dotan de energía a la factoría ubicada en el polígono de Las Paúles de Monzón, dedicada a la producción mundial de ferromanganeso y silicomanganeso, destinados a la producción de acero. Hidro Nitro, que realiza su actividad en la zona desde la década de los años 40, es piedra angular del empleo estable y de calidad que existe en Monzón. Sin Hidro Nitro y el efecto multiplicador que produce la empresa en el Cinca Medio, el futuro de la ciudad se encuentra comprometido. En términos comparativos su impacto es superior a la General Motors en Zaragoza.
Para hacerse una idea de las dimensiones del grave problema en el que nos encontramos los montisonenses, hay que insistir en los datos: un millar de puestos de trabajo (220 puestos de trabajo directos y algo más de 800 indirectos) genera Hidro Nitro para una ciudad de algo más de 17.000 habitantes y su entorno. Son empleos industriales -desaparecidos en muchos lugares que tratan de recuperarlos-, estables, de calidad y que fijan población. Además, cerca del 25 por ciento de las compras que realiza la empresa a proveedores proceden de Monzón y Cinca Medio, el 35 por ciento de la provincia de Huesca y cerca del 45 por ciento en Aragón. Es decir, además de crear empleo en nuestra tierra, genera riqueza en toda la Comunidad, dando vida a otras pequeñas y medianas empresas que son sustento, a su vez, de cientos de trabajadores aragoneses. Si esto pareciera insuficiente, conviene recordar que Hidro Nitro en los últimos años ha invertido ¡40 millones de euros! en la modernización industrial de sus instalaciones así como cerca de ¡20 millones! más en adecuaciones a normativas medioambientales, para garantizar su presente y futuro.
Pienso que a la vista de las cifras, se puede tomar conciencia de que no estamos hablando de cualquier fábrica sino de un motor de empleo y dinamización de la economía local y comarcal en sectores tan importantes como el comercio, la hostelería y pequeñas y medianas empresas de la zona con sus trabajadores y profesionales.
¿Y cuál es el problema? Mejor aún ¿dónde están las soluciones? En primer lugar, en el ámbito autonómico, donde podemos tomar medidas a corto plazo que dependen directamente de todos los grupos políticos de la Comunidad. En este sentido, el Gobierno de Aragón ha «clavado» a Hidro Nitro con un nuevo impuesto medioambiental sobre determinados usos y aprovechamientos del agua embalsada incluido (Ley 10/2015), que supone una cantidad estimada en torno a 900.000 euros anuales. Puedo asegurar que hemos intentado convencer con numerosas iniciativas a los grupos de PSOE, CHA, Podemos e Izquierda Unida -que votaron a favor de esa Ley-, pero todavía no lo hemos conseguido, al margen de abstenciones «interesadas» de cara a aparentar ante los trabajadores, pero no «productivas» ya que no tienen planteado analizar y, en su caso, corregir dicho «impuestazo» en contra de la viabilidad de Hidro Nitro en Monzón, aunque ello es perfectamente posible.
En segundo lugar, desde la administración central española, entendemos que se deben revisar los impactos originados a la explotación de las centrales por el aumento de caudales ecológicos y en tercer lugar, también a nivel español, es necesario que se reconozca la figura jurídica de «arrendamiento» de las centrales hidroeléctricas de «San José» y «El Ciego», contando con los derechos de todos, dentro del marco legal, y se proceda a su inscripción en el registro correspondiente de forma que se admita la ampliación de los arrendamientos, garantizando que dichos saltos estén ligados al mantenimiento de la actividad industrial.
Por otro lado, en los últimos días, se ha abierto un nuevo frente para la empresa de Hidro Nitro y el futuro de los trabajadores en Monzón: la intención de «FerroGlobe», grupo empresarial que incluye a HINE, de vender las cinco centrales hidroeléctricas que son imprescindibles para el abastecimiento energético a la factoría, puesto que sin esos saltos, la fábrica podría no ser viable y estarían en riesgo esos mil puestos de trabajo, los suministros, la vida que genera.
Todos debemos estar unidos, hacer piña por el futuro de HINE-Monzón: corregir el impuesto que daña sus resultados, los caudales que limitan la producción de electricidad, el horizonte de titularidad para las centrales que son inexcusables y mostrar nuestra oposición a la venta de las centrales y activos hidroeléctricos de Hidro Nitro si la venta pone en riesgo el mantenimiento de una actividad industrial gran consumidora de energía y que comprometería la continuidad de la empresa de Monzón y sus empleos. En este sentido, debemos trabajar unidos para que, en la medida que dependa del Gobierno de Aragón y de los diferentes organismos y administraciones, evitemos que la matriz se desprenda de esos activos esenciales para una industria que lleva 76 años creando empleo y esperanza en las familias de Monzón y Aragón, dinamizando gran parte de los sectores productivos de la economía en el Cinca Medio y fijando población en nuestra ciudad y comarca.