El próximo domingo, tenemos en nuestras manos una decisión importante que va a determinar nuestro futuro.
Nuestro voto señalará el qué, el cómo y el quién de los gobiernos en los ayuntamientos y en Aragón, lo cual se traduce en una incidencia directa sobre la vida de cada uno de nosotros. Por eso, creo que debemos pensar sobre estos tres aspectos esenciales, para expresar qué queremos, cómo queremos que se haga y quién queremos que nos represente y tenga la responsabilidad de hacerlo al frente de las instituciones.
Tengo 30 años y durante casi un tercio de mi vida he visto demasiada incertidumbre y miedo, dramas provocados por el desempleo y las desigualdades, despoblación de nuestra tierra en amplias zonas, pérdida de servicios en nuestro territorio, compromisos aplazados, menosprecio a Aragón y por tanto, a los aragoneses. Esto hace que me plantee un principio básico que se hace irrenunciable: menos números y más atención a la gente. Mi determinación es firme y soy candidata del PAR a las Cortes por Huesca para colaborar a cambiar las cosas.
Ya sé que es difícil y que nada se logra de un día para otro, pero cuatro años son tiempo suficiente para avanzar juntos, resolver problemas, y recuperar esperanzas para todos. La experiencia de concejala y diputada provincial me ha confirmado esa certeza. Cada aragonés que evite el paro, la pobreza o la emigración, cada impulso al desarrollo y el bienestar de la mayoría nos llevará por el camino correcto.
Formo parte de la generación que quiere cambiar la política y me preocupa la moda de los nuevos líderes de laboratorio y televisión, porque desconocen la realidad de nuestro territorio, y así lo demuestran haciendo propuestas tan absurdas como la supresión de municipios menores de 5.000 habitantes o resucitando un fantasma dormido como es el trasvase del Ebro.
Los representantes locales de Aragón, los que vivimos pegados al suelo y siempre hemos defendido el territorio, sabemos que el futuro de nuestra comunidad autónoma pasa por el futuro de cada uno de los municipios que la conforman.
Yo voy a estar cerca de las reivindicaciones y los proyectos de los aragoneses, contando con sus puntos de vista para elegir la mejor opción, explicándoles las razones de las resoluciones o los presupuestos, abriendo las instituciones para que sean percibidas e incluso sentidas como propias por la sociedad. Eso es cambiar la forma de hacer política.
No es una cuestión sólo de líderes mediáticos que viven en Madrid o Barcelona y que además no se presentan a estas elecciones. El domingo elegiremos en quién confiar nuestro ayuntamiento y nuestra Comunidad y estoy segura de que apoyar a los representantes que comparten con nosotros la pasión por esta tierra que queremos viva, con pueblos y ciudades donde pertenecer pero también donde poder permanecer, con la voluntad de progreso y de solidaridad, la disposición al entendimiento y las ideas de regeneración pública, es la manera de no equivocarse. Gente que no son un experimento improvisado bajo una sigla o un eslogan, gente que antepone el interés general a su rédito particular o político son los que hacen falta.
El domingo decidimos y soy candidata del PAR a las Cortes. Esto es lo que pienso y he querido compartir con vosotros a través de estas líneas.