(Comunicación de Presidencia del partido)
Desde la plena vigencia de las ideas que propiciaron la fundación de nuestro partido: el desarrollo autonómico, la oposición al trasvase del Ebro, el aprovechamiento de nuestros recursos, la vertebración territorial, un modelo social de centro que favorezca la convivencia, la defensa y desarrollo de nuestras de identidad y la mejora en la calidad de vida de los aragoneses, debemos perder el miedo a ir incorporando nuevas demandas sociales.
Nuestros principios fundacionales, son los pilares que sustentan este proyecto político que se atisba más necesario que nunca para el futuro de nuestra comunidad, pero otras cuestiones no son inmutables y la evolución que ha experimentado la sociedad en las últimas tres décadas exigen de la adaptación y mejora que debemos dar las fuerzas políticas.
No está en cuestión la política, que sigue siendo la más noble dedicación que pueda tener el ser humano, entendida ésta como la búsqueda permanente de la evolución de la sociedad desde la defensa de los intereses generales. Es la esencia del servicio público al que nos dedicamos. Y como todos los partidos, todos, procuramos que ese desarrollo social obedezca al modelo que nosotros entendemos que es mejor y por ello nos implicamos en la acción de gobierno, para desarrollar ese programa de transformación social.
Pero debemos saber explicar mejor nuestro programa a la vez que debemos ser capaces de entender que hoy existen nuevas demandas y preguntas ante las cuales no habíamos previsto una respuesta y debemos tenerla. Esto nos exige tener la mente abierta, superar los prejuicios e incorporar a nuestro proyecto las mejores ideas que floten en la sociedad, no sólo en nuestro entorno más cercano. A menudo es recomendable la lectura de obras y artículos de autores muy dispares que siempre pueden aportarnos una visión diferente de aspectos que siempre habíamos visto de la misma forma. Ampliar prismas y beber de todas las fuentes intelectuales al alcance. Muchas de esas ideas pueden agradar nuestro proyecto y sobretodo actualizarlo a las nuevas necesidades de los aragoneses, lo cual no quiere decir que vayamos a abandonar nuestros principios fundacionales, pero sí tener una visión más abierta y moderna de muchas cuestiones sociales, en las que, por ejemplo, estamos viendo posiciones más inmovilistas que sólo ahondan en las cuestiones diferenciadoras de los ciudadanos.