El candidato del Partido Aragonés a la Alcaldía de Huesca, Antonio Ruspira, ha apelado a «la convivencia y el respeto» como herramientas de calidad de vida y de futuro. Unas actitudes que quiere promover con un programa de sensibilización y comunicación sobre lo propio, ajeno y común, desde el ayuntamiento hacia los oscenses. Ha señalado además al fenómeno social de los animales de compañía, especialmente perros, con nuevas medidas para atenderlo. Antonio Ruspira, candidato del Partido Aragonés a la Alcaldía de Huesca, ha afirmado con rotundidad que «la ciudad debe creerse que somos capaces de convivir adecuadamente. La ciudad es la casa de todos y el respeto debe prevalecer, hacia las personas y hacia todo lo público. Si Huesca quiere ser un ejemplo de calidad de vida, como es nuestro objetivo, la convivencia y el respeto son herramientas imprescindibles, sabiendo que lo propio termina donde empieza lo ajeno y lo común».
En aplicación de estas ideas, Ruspira considera que «es necesario un programa de comunicación y sensibilización para recordar que lo público, lo común, debe ser respetado permanentemente», en aspectos como la educación vial, el mobiliario urbano, los ruidos, los parques y jardines… «El ayuntamiento debe liderar ese programa, manteniendo la ordenanza de convivencia que debe ser cumplida, con las fuerzas de seguridad velando para ello, pero es más importante educar y convencer», ha dicho.
El candidato del PAR ha concluido detallando que «somos 53.000 personas en poco espacio y una ciudad del siglo XXI debe ir en la dirección de la convivencia».
En esta materia, Ruspira se ha detenido especialmente a valorar «lo que es ya un fenómeno social, que respetar y analizar»: la presencia de animales de compañía en la ciudad. «En Huesca, hay más de 4.000 perros censados, es decir, miles de familias que tienen su animal de compañía, conviviendo con todos los oscenses», ha explicado.
Por ello, el candidato del PAR ha indicado que son necesarias nuevas zonas de esparcimiento canino, una valoración de las normas, considerar los espacios compartidos… «porque no puede haber un enfrentamiento permanente entre propietarios y no propietarios de perros por las defecaciones y los orines. Hay que evitarlo y debemos ser capaces de lograrlo, especialmente teniendo en cuenta que el problema no es tanto de los animales de compañía sino de las personas que van detrás de ellos».