Zaragoza, 18 de mayo de 2020.– El Partido Aragonés (PAR) ha decidido reabrir el debate sobre la reforma del Senado después de constatar el nulo protagonismo que éste ha tenido en la gestión de la crisis sanitaria y económica provocada por el COVID-19.
En consecuencia, el senador autonómico del PAR, Clemente Sánchez-Garnica, preguntará mañana en la sesión de control al Gobierno que celebrará mañana la Cámara Alta si el Ejecutivo tiene previsto iniciar los trámites para la reforma de la institución con el fin de que ésta “pueda asumir la función constitucionalmente reconocida como Cámara de las Comunidades Autónomas”.
Sánchez-Garnica plantea la reforma del Senado después de que la Mesa del Congreso rechazara una iniciativa del PAR para que la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica fuera configurada como Comisión Mixta de Congreso y Senado con el objetivo no solo de que pudiera incluir a todas las formaciones políticas con representación en las Cortes Generales, sino también “como forma de potenciar la representación territorial”, tal y como indica el escrito presentado en la Cámara Alta por el senador autonómico. Y añade: “Si es factible participar en la Comisión más importante en décadas, pero no se acepta ¿qué se le reserva a la Cámara Alta?”.
El PAR denuncia que durante la actual crisis sanitaria “los principales debates han tenido lugar en el Congreso, y ninguno con carácter clave en el Senado” y que las reuniones semanales del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con los presidentes autonómicos han relegado a un segundo plano a la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado, cámara que “ni siquiera ha actuado como espacio de intercambio de propuestas y éxitos cuando la gestión de la crisis ha estado, en gran parte, en manos de las comunidades autónomas”. En definitiva, “el Senado ha sido puramente accesorio en un momento histórico”.
Por todo ello, y pese al contexto actual de “falta de voluntad política”, el PAR considera oportuno “retomar el debate sobre la función del Senado en la estructura institucional del Estado y reflexionar sobre su diseño constitucional y su papel en el futuro”, especialmente en lo referente a temas como la reforma de la financiación autonómica y local o el problema de la “España Vaciada”, que deberían encontrar en esta cámara “el terreno adecuado para ser abordados, superando la acostumbrada remisión a comisiones especiales de estudio, ponencias de informe, etcétera, que redactan valiosos documentos a los que no se presta atención ni desde la opinión pública, ni desde el Ejecutivo”.
Por último, Sánchez-Garnica recuerda que el informe del Consejo de Estado sobre la reforma del Senado encargado por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero y emitido en 2006 “hiberna, en la esperanza de ser retomado en un futuro incierto”. En dicho informe se explica que para que la institución pueda asumir la función territorial que le corresponde no es necesaria una reforma constitucional. De hecho, bastaría con realizar cambios que mejoraran el funcionamiento de las conferencias, secto¬riales o generales, tal y como ha propuesto la presidenta del Senado, Pilar Llop.