Las amenazas y pretensiones catalanistas siguen vivas. Y posiblemente sean más reales que nunca. No podemos bajar la guardia ni un segundo. Desde el PAR gritamos un NO bien claro y bien alto a la pretensión del Gobierno de Cataluña de asignarse agua a costa de Aragón. Un NO bien grande al trasvase del Ebro. Ni pequeño ni mayor.
No nos fiamos. La Generalitat ha ido realizando un trabajo constante y silencioso con la intención de conseguir materializar la transferencia de agua para abastecer a municipios, cuatro de ellos fuera de la cuenca del Ebro, apoyándose en una autorización concedida en 2010 por el Gobierno de Zapatero. Es un despropósito que rechazamos rotundamente y que hay que impedir nuevamente.
En Aragón agua y futuro están estrechamente relacionados. Es el momento de ponerse en máxima alerta y de emprender, a la vez, todo tipo de acciones reglamentadas para <blindar el Ebro>, un río que junto a sus caudales conforma un recurso vital que Aragón debe seguir protegiendo.
Desde la Generalitat catalana, con unos y otros gobiernos, siempre se han maquinado argucias para conseguir el beneficio de sus propios intereses sin importar la solidaridad interterritorial e incluso rayando la legalidad.
No nos gusta esta manera de hacer las cosas. En política no todo vale. Siempre lo he dicho. Es deseable que no se rebasen algunos límites que para todos deberían ser inquebrantables. También, que no se traspasen ciertas líneas rojas y que se respeten los derechos del otro. Aragón tiene los suyos. Por eso es tan importante exigir respeto a las normas establecidas como consecuencia de las libertades y obligaciones a las que nos compromete la democracia.
La Confederación Hidrográfica del Ebro debe rechazar el plan de Cataluña que vulnera la unidad de cuenca, no permitiendo el uso del agua y el Gobierno PSOE-CHA iniciar su acción en contra del nuevo trasvase catalán por todas las vías jurídicas y políticas posibles. Y no solo anunciarlo. Es un asunto de máxima prioridad que no admite retrasos ni dubitaciones. Nos jugamos mucho.
Nuestra oposición ante cualquier propuesta de planificación hidrológica que rompa el principio de unidad de cuenca es bien conocida. Aragón tiene derecho a la reserva de agua de 6.550 hectómetros cúbicos para aprovechamiento exclusivo de los aragoneses en cumplimiento de la Disposición Adicional Quinta del Estatuto de Aragón, que obliga a los poderes públicos aragoneses a velar para evitar trasvases de las cuencas hidrográficas de las que Aragón forma parte dentro del principio de unidad de cuenca. Y en esta línea, además, establece que Aragón deberá emitir un informe preceptivo sobre cualquier propuesta de transferencia de aguas.
En 2013 expresamos nuestra satisfacción por la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que anuló la orden del Gobierno catalán que facultaba a sus responsables a gestionar un plan de gestión de su cuenca fluvial interna, y ahora
nos hemos encontrado con un plan de gestión de la cuenca fluvial de Cataluña para el periodo 2016/2021 que mantiene extralimitaciones competenciales que influyen en la demarcación del Ebro y afectan a los intereses de Aragón. Ningún “aragonés de pro” podría aceptar esto.
Vamos a presentar iniciativas legislativas para propiciar una posición común de <fuerza> como herramienta útil contra el nuevo trasvase catalán y despertaremos a los aragoneses, de nuevo, si fuera necesario. Lamentablemente Ciudadanos (Cs) en Aragón no ha rechazado la exigencia catalana. Este Partido retratado, y en color. Ha demostrado que sus intereses políticos generales no casan con los de la sociedad aragonesa.